Crítica de SensaCine.com para Hot Shots! 2: Guerra del Golfo de la risa

Aprovechando el éxito de taquilla obtenido por 'Hot Shots!' (1991), Jim Abrahams y Pat Proft elaboraron una secuela directa con los mismos personajes y actualizaron la parodia de 'Top Gun' a una en la que se mezcla la saga 'Rambo' con el cine militarista de acción propio de la era Reagan. Charlie Sheen retomó el papel del héroe Topper Harley, Valeria Golino el de Ramada y Lloyd Bridges esta vez encarnó al Presidente de EE UU, probablemente uno de los más descacharrantes que ha tenido el cargo en la gran pantalla.

Como es habitual en el modelo de comedia ZAZ al que esta película se adscribe por completo, el humor no reside sólo en la parodia directa de multitud de películas famosas (desde 'Apocalypse Now' hasta 'Terminator 2' e 'Instinto básico', pasando por 'Robin de los bosques' y 'Casablanca'), sino que brota imparable de un ametrallado continuo con gags de diversa inteligencia y calidad, abundando las bromas visuales y los diálogos absurdos, pero también los juegos metalingüísticos con los rudimentos de la narración cinematográfica. Si hay películas comerciales que hayan pensado en el lenguaje del cine, ésas son las spoof movies como forma gozosamente creativa de buscarle las cosquillas al medio.

A favor: El cameo de Michael Sheen ("¡Me encantaste en 'Wall Street'!") y la parodia de 'La dama y el vagabundo'.

En contra: Aunque la secuela mantuvo el nivel de calidad de la película anterior, no hubo más continuaciones.