Crítica de SensaCine.com para Algo pasa en Hollywood: Sátira hollywoodiense sin chispa

El género de películas sobre el mundo del cine es un sistema de medida ideal para identificar las características primordiales de la industria cinematográfica durante una época concreta. 'Algo pasa en Hollywood', dirigida por ese extraño artesano del cine del status quo (ya se trate de comedias, dramas o sátiras) que es Barry Levinson, funciona mucho mejor como retrato impresionista del sistema de estudios de Hollywood circa 2008 que como narración con entidad dramática en la que deba interesarnos el devenir de su protagonista, el productor Ben, a quien interpreta Robert De Niro.

Lejos de retratos de la profesión tan humanos como el de 'El padre de mis hijos' (Mia Hansen-Love, 2009), lo que vemos de Ben son sus acciones e interacciones en un Hollywood viciado por los test screenings con público y el pánico hacia el riesgo que puede poner en entredicho la rentabilidad de un film. Resulta curioso que el autor del guión sea el también productor Art Linson ('Los Intocables de Eliot Ness', 'Heat' o 'El Club de la Lucha' son algunas de las películas en las que ha trabajado), que adapta su propio libro de memorias dentro de la industria, lo que inclina a adivinarlo como una especie de exorcismo autobiográfico, pues su figura queda como una identidad accesoria e intercambiable en el continuo vaivén de reuniones telefónicas, estudios demográficos y claudicaciones comerciales que configuran al Hollywood actual representado en el filme.

A favor: Catherine Keener y el tema tratado.

En contra: La película podría haber sido mucho más.