La cosecha

David Marconi, que tan solo hizo una película más, debutó escribiendo y dirigiendo La cosecha en 1992, película menor pero tan extraña que acaba siendo interesante a pesar de sus defectos. A partir de un juego de realidad y de ficción con la creatividad –el protagonista es un guionista- de por medio, Marconi pone en marcha un thriller que inquieta e incluso, en algunos momentos, llega a perturbar más por lo que sugiere –en determinados aspectos de manera involuntaria- que por aquello que muestra o está narrando. El director logra crear una buena atmósfera en su turbiedad que no consigue mantener a lo largo de todo el relato pero cuyos destellos son suficientes para mantener interés en la trama. Pero en su juego con la realidad no consigue crear a la larga un discurso del todo convincente, a pesar de que sea suficiente el percibir al menos un intento de hacer un thriller diferente aunque