Nacer Khemir tuvo la idea de hacer la película cuando vio una placa pintada del siglo XII en Irán que representaba a Narciso de la mitología griega, un príncipe que miraba su reflejo en el agua para ver mejor su alma. El director se prendó de esta imagen.
El director, Nacer Khemir, explicó que la película formaba parte de una trilogía iniciada con Los balizadores del desierto (1991) y seguida por El collar perdido de la paloma (1991). El tema central en las tres es el desierto, entendido como el espacio metafórico en donde tiene lugar la búsqueda de la identidad.
Existen algunas alegorías en relación a la temática sufí: El poema de las mariposas hace referencia al alma del ser humano, así es como lo entiende el sufismo; un "pastor de Gacelas" es un hombre sabio, por eso es este animal y no otro el que acompaña durante toda la película a Bab'Aziz.