Sarah es una mujer embarazada que tiene un accidente de coche junto a su marido. Los únicos supervivientes serán ella y su bebé. Cuatro meses después, se queda sola en casa durante una noche. Mientras tanto, se dedicará a preparar las cosas para acudir al día siguiente al hospital, donde dará a luz. Cuando cae la noche, una mujer llama pidiendo ayuda para poder llamar por teléfono. Ella no le dejara pasar, por lo que la mujer tomará una actitud violenta intentando forzar la entrada. La joven llamará a la policía, pero no servirá de nada. La mujer está determinada a que la joven aborte y todo aquel que se interponga en su camino sufrirá las consecuencias.