A lo loco y con la cara del otro

Un hombre está obsesionado con el mito de Humphrey Bogart y los personajes que interpretó, sobre todo los de los detectives Philip Marlowe y Sam Spade. Por ese motivo se hace la cirugía plástica para ser exacto a su ídolo y comportarse como él, como un detective privado. Transformado físicamente se cambia el nombre para ser Sam Marlowe (de Sam Spade y Philip Marlowe), un investigador que tiene su propia agencia y una espectacular secretaria rubia. Con el negocio en marcha, y tras un tiroteo con el que adquiere cierta notoriedad, se ocupa de su primer caso en el que tiene que recuperar los Ojos de Alejandro, extraídos de la estatua de Alejandro el Grande, codiciados por un magnate turco que tiene una secretaria tan imponente como la suya.