Crítica de SensaCine.com para Los Falsificadores: Oscuros privilegios

Desde 'La lista de Schindler', se ha convertido casi en una costumbre: cada año aparece una película sobre el Holocausto o la II Guerra Mundial que acapara la atención del público, gana algunos premios y es recibida con estruendosos calificativos. Si repasamos las producciones de los últimos años nos encontramos con 'El pianista' (2002), 'El hundimiento' (2004), 'La vida de los otros' (2006), 'El niño con el pijama de rayas' (2008), o esta 'Los falsificadores' (2007).

No hace falta bucear demasiado profundo para darse cuenta de que la pátina de prestigio que, en muchos casos, precede a estos filmes está más relacionada con su temática que con sus virtudes cinematográficas. 'Los falsificadores' es un caso ejemplar de esto. El filme, basado en un caso real, se centra en un grupo de prisioneros judíos que vivían en condiciones privilegiadas pues formaban un grupo de trabajo cuya misión era la de falsificar dinero extranjero para beneficio del régimen nazi.

La originalidad de la propuesta termina ahí puesto que los temas que pone sobre la mesa son los de siempre: la maldad de los nazis, la toma de conciencia y de partido, la solidaridad entre prisioneros judíos, etc... Pero lo hace desde la posición más superficial posible y, por supuesto, todo ello está aderezado con las oportunas notas de brutalidad o sentimentalismo, con una recreación obscena en ciertos momentos dramáticos (en un filme que, por lo demás, es bastante frío y despierta pocas emociones), con una absoluta falta de interés en el rigor histórico o en el verdadero mecanismo que regía la vida en los campos de concentración y con un mensaje final que -entregado hoy, desde la comodidad de "el aquí y el ahora"- resulta, en sí mismo, una falta de respeto hacia aquellos que vivieron la mayor tragedia del siglo XX.

A favor: Su punto de partida.

En contra: Que está demasiado seguro de "la importancia" de su historia.