Crítica de SensaCine.com para Un rockero de pelotas: Rainn Wilson 'rockea'

La existencia de películas anteriores y mejores como 'Escuela de rock' (Richard Linklater, 2003) y 'Dewey Cox: una vida larga y dura' (Jake Kasda, 2007) afectan muy negativamente a 'Un roquero de pelotas' y liman su efectividad cómica. Porque estos títulos no tienen sólo similitudes argumentales, sino también de concepto y apariencia superficial (músico rock capaz y demasiado entusiasta interpretado por actores de físicos no tan distintos), lo que hace perder frescura y capacidad de sorpresa a la, por otro lado, entregada interpretación de Rainn Wilson en la historia de un batería de heavy metal que sigue el mismo camino de Pete Best, el miembro de los Beatles que fue expulsado de la banda justo antes de que alcanzaran la fama mundial.

Aunque Wilson está bien arropado por otros cómicos en papeles secundarios (de Will Arnett y Christina Applegate a Fred Armisen y Jason Sudeikis), lo cierto es que su papel del psicótico batería Fish no dista demasiado de cómo uno imagina a un Dwight Schrute (su personaje en 'The Office') con un par de baquetas. Es otra de las sensaciones de déjà vu que aparecen a lo largo de un metraje demasiado preocupado por no abandonar los raíles de la comedia familiar y que levanta el vuelo en sus (escasos) momentos de humor frontal, físico y doliente.

A favor: La temprana presencia de Emma Stone.

En contra: La escasa cancha que se les da a los persoanjes de Will Arnett, Fred Armisen y Bradley Cooper.