Crítica de SensaCine.com para Exorcismo en Connecticut: Más exorcismo, menos sorpresa

En qué momento alguien se plantea hacer una película sobre exorcismos cuando lo único que tiene que aportar al género es un detalle al borde del mal gusto es una pregunta de difícil resolución. 'Exorcismo en Connecticut' se basa en hechos reales y tiene como eje de acción a un joven enfermo de cáncer que termina por ser víctima de los espíritus de una casa encantada. El drama familiar pronto da paso a un carrusel de sustos sin gracia.

La idea de mezclar la enfermedad con los "síntomas" de la posesión del mal puede resultar hiriente, pero lo es sobre todo por la manera en que la película lo retrata. Todo es efectista, todo está poseído por los acentos, las músicas dramáticas y las imágenes de impacto. Ni siquiera la factura parece cuidada. La desidia con la que 'Exorcismo en Connecticut' se enfrenta al reto de realizar –otra– cinta de exorcismos sí que duele, pues no hay la más mínima intención ni de dar la vuelta a los tópicos ni de plantear un discurso sólido.

A favor: La pausa con la que se toma el arranque.

En contra: Que termina siendo una película de exorcismos sin más.