Sin pruebas

Oregon, 1989. El director del departamento correccional de la ciudad, Michael Francke (Ernie Garrett, 'Atrapen al ladrón. ¿Al blanco o al negro?') es asesinado a puñaladas cerca de su oficina. Su hermano, Kevin Francke (Scott Plank, 'Corrupción en Los Ángeles') comenzará una investigación para saber quién ha sido el culpable de su muerte.

Kevin recordará que poco antes de morir su hermano viajó hasta Florida, muy preocupado, para hablar sobre la posible existencia de una red de drogas en la prisión en la que trabaja y de policías corruptos que cooperaban con presos. Los oficiales de Salem, encargados de la investigación de la muerte de Michael, dejan claro a Kevin que su hermano murió fruto de un atraco. Sin encontrarle sentido a esa explicación, se embarcará en un viaje hacia el noroeste para seguir buscando pistas y llegar hasta la verdad. Pronto descubrirá una conspiración que le dejará muy poca gente en la que poder confiar.