Confesiones de una compradora compulsiva : crítica de prensa
Confesiones de una compradora compulsiva
Nota media
2,2
publicaciónes
DIRIGIDO POR
El Periódico
IMÁGENES DE ACTUALIDAD
Metrópoli
ROCKDELUX
SensaCine adapta las notas de cada medio con una puntuación de 0.5 a 5 estrellas.
críticas de medios
DIRIGIDO POR
por Tomás Fernández Valentí
Una comedia que no se avergüenza de sus ilustres referentes y sabe reírse de temas "serios" sin que su caricatura pierda de vista uno de los grande temas del género : la mirada sobre la estupidez humana.
El Periódico
por Desirée De Fez
'Confesiones de una compradora compulsiva' no es una sátira encendida, sino una simpática parodia de la adicción a las compras formulada a modo de comedia romántica y de enredo.
La crítica completa está disponible en El Periódico
IMÁGENES DE ACTUALIDAD
por Ramón Freixas
Sin alcanzar la categoría de sátira (y desestimando el componente de parodia), Hogan cocina con competencia y buen gusto, aunque una brizna de locura le vendría bien, una crítica moderadamente afilada, más amable que burlona, demasiado risueña, es decir, araña pero no muerde.
La crítica completa está disponible en IMÁGENES DE ACTUALIDAD
Metrópoli
por Francisco Marinero
El mensaje es elemental y la comedia, insuficiente: sus equívocos, base del género, no engañan y la única escena musical pretendidamente con encanto manifiesta desánimo.
La crítica completa está disponible en Metrópoli
ROCKDELUX
por Gerard Casau
Sean o no tiempos de crisis económica, ahórrense el dinero de la entrada.
SensaCine
DIRIGIDO POR
Una comedia que no se avergüenza de sus ilustres referentes y sabe reírse de temas "serios" sin que su caricatura pierda de vista uno de los grande temas del género : la mirada sobre la estupidez humana.
El Periódico
'Confesiones de una compradora compulsiva' no es una sátira encendida, sino una simpática parodia de la adicción a las compras formulada a modo de comedia romántica y de enredo.
IMÁGENES DE ACTUALIDAD
Sin alcanzar la categoría de sátira (y desestimando el componente de parodia), Hogan cocina con competencia y buen gusto, aunque una brizna de locura le vendría bien, una crítica moderadamente afilada, más amable que burlona, demasiado risueña, es decir, araña pero no muerde.
Metrópoli
El mensaje es elemental y la comedia, insuficiente: sus equívocos, base del género, no engañan y la única escena musical pretendidamente con encanto manifiesta desánimo.
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Sean o no tiempos de crisis económica, ahórrense el dinero de la entrada.