Crítica de SensaCine.com para The french kissers: El arte de la viñeta

Antes que nada, una advertencia. A pesar del título, ésta es una película francesa. Lo digoporque el original, 'Les Beaux gosses', es bastante más evocador y sugerente que este ‘TheFrench Kissers' que parece más bien salido de una amable comedia hollywoodiense. Y nadamás lejos de la realidad, pues el primer trabajo cinematográfico del autor de cómics RiadSatouff se parece más a las comedias de John Hugues o Greg Mottola que a las de NancyMeyers, pongamos por caso. Hay en ella la misma mirada a la vez cómplice e irónica al mundode la adolescencia, a sus mitos y deseos. Y también el mismo tratamiento áspero, que huyede la idealización como de la peste, y que más bien se parece a los retratos melancólicosde François Truffaut sometidos a una cruel actualización: el sensible Antoine Doinel se haconvertido en un chico de barrio cuya visión romántica del amor ha virado espectacularmentehacia actitudes un tanto más salvajes.

Los jóvenes protagonistas de 'The French Kissers' viven en bloques-colmena, van a institutosdonde urden intrigas sexuales invariablemente destinadas al fracaso y se consuelanmasturbándose con revistas de lencería. Satouff los aborda con distancia implacable, perotambién con insólita delicadeza, como si sus desventuras formaran parte a la vez de una de susnovelas gráficas y de una historia sentimental de nuestro tiempo. Y la estructura es episódica,fragmentaria, salva cualquier tipo de idealización a través de saltos que van desde una clasecatastrófica hasta una estampa hogareña que se acercaría mucho al realismo social si nofuera porque la película no va de eso: 'The French Kissers' es como una novela de formacióncontemporánea en la que el objetivo ya no es la madurez, sino simplemente la supervivenciaemocional.

Pues bien, es ese punto medio, ese difícil equilibrio entre la descripción de una adolescenciatriste y suburbana y los momentos sublimes que pueden caber en esas pobres vidas, lo queSatouff consigue en los mejores fragmentos de su película, que son muchos. De repente,puede aparecer Irène Jacob en el papel de la madre de una de las chicas deseadas, a su vezmito sexual del muchacho en cuestión. O un tipo que se suicida y resulta ser el misteriosoprofesor que vive en el mismo bloque. Y la vida sigue, nada se detiene, porque en la existenciade esos chicos no hay jerarquías, porque lo están aprendiendo todo al mismo tiempo, porquetanta importancia tienen esos acontecimientos, que no comportarán más consecuenciasargumentales, como el modo en que intentan atraer la atención de las muchachas en flor.Sí, hay algo de Proust barriobajero en 'The French Kissers', algo de memorias contadas enpresente, sabiendo que todo se lo va a llevar el tiempo.

A favor: La naturalidad con que se convierte lo cotidiano a la vez en caricatura y crónicasensible.

En contra: Que puede parecer demasiado intrascendente, cuando en realidad ése debería sersólo el punto de partida.