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Hay una ola de calor en Madrid y el inspector del grupo de homicidios no recuerda nada de la noche anterior cuando se despierta, pero siente que algo grave ha pasado. Cuando vuelve a su trabajo habitual, deberá investigar el escenario de un crimen que ha ocurrido esa noche. Todo empieza a ser agobiante y a coger forma indicando que él es el culpable del asesinato, pero no hay un móvil porque no conocía a la víctima. Las pruebas le irán señalando como el autor, aunque él no puede recordar nada de lo que pasó.