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    No tengas miedo a la oscuridad
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    No tengas miedo a la oscuridad

    Terror infantil

    por Beatriz Martínez

    Ya avanzado el metraje, en una aparente escena de transición, se nos proporciona laclave de la película: un coche de policía se detiene en primer término de la imagen yla cámara registra el nombre del lugar donde transcurre la acción: Providence. No setrata de un simple guiño. Providence, es la ciudad natal de H.P. Lovecraft, y una de lasprimeras que se fundaron en Estados Unidos dentro de lo que se consideraría NuevaInglaterra, donde se instalaron los primeros colonos británicos y donde se encuentranlas primeras muestras de arquitectura victoriana, esas enormes mansiones de estructurastenebrosas con miles de recovecos, cuyas variaciones derivarían en el gótico americano.

    En 'No tengas miedo a la oscuridad' la casa es la verdadera protagonista de la función.Ya desde el primer plano (un movimiento de cámara muy wellesiano), nos adentramosen las entrañas de la mansión y descubrimos que el mal se encuentra enquistado en suinterior. Un mal sobrenatural y atávico (que entroncaría con la naturaleza ancestral yprimitiva de los mitos lovecraftianos, aunque en su materialización se parezcan poco alas criaturas concebidas por el escritor), que nace de las entrañas del subsuelo y emergepara apoderarse del alma de los seres humanos que habitan la vivienda. Nos instalamosen los territorios del cuento de terror, un género que domina a la perfección el productorGuillermo del Toro, cuyo espíritu, de alguna manera, se encuentra impregnado en lacinta dirigida por el debutante Troy Nixey (quien ya había realizado un cortometrajeprevio utilizando la tecnología CGI). De alguna manera, el universo infantil desplegadoen 'No tengas miedo a la oscuridad' es similar a los empleados por Del Toro en 'Elespinazo del diablo' y 'El laberinto del fauno': niños indefensos, heridos por elsentimiento de orfandad, solitarios pero curiosos, que se asustan de la realidad que lesrodea pero que terminan descubriendo el elemento sobrenatural dentro del espaciocotidiano. La niña protagonista en esta ocasión se llama Sally (Bailee Madison), y acabade mudarse a la mansión que está restaurando su padre (Guy Pearce) junto a su jovennovia (Katie Holmes). No ha superado la separación de sus progenitores y, según sedejar entrever, necesita tomar antidepresivos. Quizás por esa razón al principio puedellegar a pensarse que los seres que descubre en la casa y que comienzan a acosarla,pueden ser fruto de su imaginación, de la deformación alucinatoria que sufre aconsecuencia de la medicación. Nixey confronta la racionalidad de los padres a latendencia ensoñadora de los niños, conformando un choque de visiones que vagenerando una subrepticia tensión ambiental y que tiene como origen la obsesión de losprogenitores por el éxito profesional y el desinterés que terminan provocándoles suspropios hijos. Así, pequeña Sally poco a poco se irá quedando fuera de la protección delos mayores para quedarse a merced de las sombras.

    Contada principalmente desde el punto de vista de la niña, la cinta tiene implícito cierto matiz de ingenuidad infantil que marca de manera fundamental el tono de una película, que no es en más que una fábulapara niños. Es por eso que lo mejores momentos de 'No tengas miedo a la oscuridad' seencuentran cuando nos adentramos en el ámbito de la fantasía de raigambre más clásicay directamente extraída de los cuentos macabros. En ese sentido el director sabe sacarlepartido al espacio físico en el que se encuentra, otorgándole a la mansión el verdaderoprotagonismo, encuadrando sus rincones, atendiendo a los cuchilleos que salen de lasrendijas y deteniéndose principalmente en dos decorados: el sótano de donde emerge elmal y la habitación de Sally, que termina convirtiéndose en el lugar de las pesadillas dela pequeña.

    'No tengas miedo a la oscuridad' apuesta más por generar tensión que crear verdaderoterror. Quizás no haya sido voluntario, pero lo cierto es que la explicitud al mostrar lascriaturas y que estas terminen pareciendo más simpáticas que sobrecogedoras, tienemucho que ver.

    Lo mejor: La mansión victoriana y el partido que se le saca a sus espacios másrecónditos.

    Lo peor: Que se espere algo más de lo que es: un cuento de miedo infantil.

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