El director Brian Levant se ha especializado en películas familiares, en particular en las comedias. Desde su primera película 'Beethoven: Uno más de la familia' (1991),pasando por 'Los Picapiedra' (1993), y hasta llegar a 'Un padre en apuros' (1996).
El rodaje duró 38 días y se llevó a cabo, casi en su totalidad, en locaciones de la ciudad de Albuquerque.
Como parte de la promoción de la película en los EE.UU., un concurso de fotografía se puso en marcha en la página web Worth 1000. Allí, los usuarios fueron invitados a publicar fotos modificadas imaginando lo que sería el mundo si los espías estubieran usando sus habilidades para otros cometidos.