Crítica de SensaCine.com para Rounders: Maestro de los naipes

John Dahl se convirtió en uno de los principales practicantes del neonoir en el cine norteamericano de finales del siglo XX y principios del XXI. Su título más exitoso fue 'La última seducción', aunque buena parte del mérito se debe a Linda Fiorentino y su inapelable encarnación de una femme fatale actualizada.

'Rounders' podría ser una versión moderna de films como 'El buscavidas', con un personaje que se mueve por el submundo del juego, aquí un ambiente estilizado por la cálida fotografía del maestro Jean-Yves Escoffier. 'Rounders' es mucho más que una película ambientada en el mundo de las timbas de póker. Los protagonistas viven el juego como un arrebato y una adicción al mismo tiempo. Lo disfrutan y lo sufren, paladean cada uno de los movimientos y gestos del contrario, no pueden desengancharse de la partida. La temporada en que el protagonista que encarna Matt Damon vive desconectado de ese mundo lo hace como un ex alcohólico que rehusa probar una copa. Hasta que vuelve a introducirse en el medio donde mejor se mueve. A pesar de contar con muchos ingredientes a favor (el reparto, la fuerza del relato en primera persona, el atractivo del ambiente...), al film le falta garra y fondo dramático para funcionar realmente como un 'buscavidas' de los naipes.

A favor: John Malkovich como KGB, un mafioso ruso aficionado al juego y a las oreo.

En contra: Demasiado póker para los profanos.