SensaCine adapta las notas de cada medio con una puntuación de 0.5 a 5 estrellas.
críticas de medios
CAHIERS DU CINEMA
por Carlos Losilla
(...) lo que podría ser algo así como una "autoría gaseosa". Es decir, por una manera de hacer cine aparentemente más estable y coherente, al tiempo que menos fluída, pero también más difuminada, como envuelta en una niebla que impide ver la falta de profundidad de los paisajes humanos que pinta.
La crítica completa está disponible en CAHIERS DU CINEMA
El País
por Javier Ocaña
Sin embargo, Hicks controla mejor que en otras ocasiones el derrumbamiento sentimentaloide, y su película, a pesar de ciertas caídas de tono, acaba siendo más áspera que condescendiente. Eso sí, por enésima vez en los últimos años, un relato se alimenta de las conversaciones entre su protagonista y el fantasma de alguien muerto que ejerce de guía moral; un recurso que cada vez tiene más pinta de truco narrativo para evitar la utilización del monólogo interior, complicadísimo de resolver en cine.
La crítica completa está disponible en El País
El Periódico
por Quim Casas
Carece de verdadero calado dramático, y porque la realización de Scott Hicks es tan rutinaria como la de la película que le dió a conocer, 'Shine', que en aquel caso era un cinta de personaje, no de actor.
La crítica completa está disponible en El Periódico
DIRIGIDO POR
por Tonio L. Alarcón
Las intenciones del proyecto serían, en ese sentido, impecables, si no chocaran frontalmente con el escollo de la falta de sutilidad de su director, ya insistía en transformar cada vivencia íntima en una historia bigger than life, mediante un sentido de lo melodramático basado en el uso de imágenes ampulosas, esteticistas, de espítitu edulcoradísimo.
Metrópoli
por Francisco Merinero
El abuso del sentimentalismo convencional con el que están tratados los personajes y sus conflictos familiares provoca incredulidad en vez de identificación o mera simpatía con el protagonista.
CAHIERS DU CINEMA
(...) lo que podría ser algo así como una "autoría gaseosa". Es decir, por una manera de hacer cine aparentemente más estable y coherente, al tiempo que menos fluída, pero también más difuminada, como envuelta en una niebla que impide ver la falta de profundidad de los paisajes humanos que pinta.
El País
Sin embargo, Hicks controla mejor que en otras ocasiones el derrumbamiento sentimentaloide, y su película, a pesar de ciertas caídas de tono, acaba siendo más áspera que condescendiente. Eso sí, por enésima vez en los últimos años, un relato se alimenta de las conversaciones entre su protagonista y el fantasma de alguien muerto que ejerce de guía moral; un recurso que cada vez tiene más pinta de truco narrativo para evitar la utilización del monólogo interior, complicadísimo de resolver en cine.
El Periódico
Carece de verdadero calado dramático, y porque la realización de Scott Hicks es tan rutinaria como la de la película que le dió a conocer, 'Shine', que en aquel caso era un cinta de personaje, no de actor.
DIRIGIDO POR
Las intenciones del proyecto serían, en ese sentido, impecables, si no chocaran frontalmente con el escollo de la falta de sutilidad de su director, ya insistía en transformar cada vivencia íntima en una historia bigger than life, mediante un sentido de lo melodramático basado en el uso de imágenes ampulosas, esteticistas, de espítitu edulcoradísimo.
Metrópoli
El abuso del sentimentalismo convencional con el que están tratados los personajes y sus conflictos familiares provoca incredulidad en vez de identificación o mera simpatía con el protagonista.