Crítica de SensaCine.com para Sue, perdida en Manhattan: El buen cine "indie"

La carrera de Amos Kollek no ha sido nunca atendida con el interés que merece. Kollek comenzó a mediados de los ochenta apostando por un cine independiente basado en un buen guion, en una producción con pocos medios pero de cuidada puesta en escena y en unos personajes que se encuentra fuera del cine comercial. Sue, perdida en Manhattan es un buen ejemplo de su cine. Protagonizada por su musa, la siempre increíble Anna Thomson (también conocida como Anna Levine), posee los elementos característicos de su cine tanto en su trabajo visual como en sus planteamientos narrativos. El gusto por adentrarse en situaciones límites o incluso estrambóticas protagonizadas por un personaje femenino, su trabajo de la imagen sucio, granulado, pero consciente de que debe ser así para transmitir una cierta idea de cercanía y su total desapego por lo convencional, hacen de esta película, y de toda su obra, algo original y diferente, necesario de reivindicar aunque cueste el introducirse en las propuestas de Kollek. Cuando se quiera hablar de cine independiente, se debe pensar, entre otros, en Kollek.

A favor: A parte de la propuesta en sí mismo, Anna Thomson.

En contra: Que impone por parte del espectador una gran implicación.