Una película con mucha tensión y mucha emoción, sobre todo en las conversaciones de Jordan con la víctima, durante la primera hora el director mantiene las expectativas muy altas, sin recurrir a efectismos de tercera. Pero es precisamente cuando la comunicación se corta y Jordan deja su puesto en el servicio de emergencias cuando la película empieza a acumular incoherencias, improbabilidades y lugares demasiado comunes del género que tiran por tierra todo lo conseguido hasta ahora, dándole tintes de serie B, lo que nos lleva a un desenlace tan impactante como poco creíble. Lo peor, la escena del secuestrador en un sótano hablando con un maniquí, demasiadas referencias a Norman Bates, Hitchcock merece mejores homenajes.
Lo mejor de la película es Halle Berry que está espléndida, muy creíble, a pesar del ridículo peinado que luce. Se muestra fuerte y decidida pero también vulnerable, lo que la permite lucir varios registros y demostrar su talento. La otra protagonista es Abigail Breslin, la ya no tan "Pequeña Miss Sunshine", limitada la mayor parte del tiempo al reducido espacio del maletero de un coche, una versión adolescente de Ryan Reynolds en "Buried", logra transmitir muy bien la angustia de su personaje.
"La última llamada" es un thriller lleno de tensión, bastante emocionante y con un gran potencial, aunque la angustia palpable de la primera parte no se ve recompensada con un final a la altura, o por lo menos más real. Aun así, merece una oportunidad.