Crítica de SensaCine.com para Bestias del sur salvaje: Lo posible

"En el mundo seco sólo tienen vacaciones una vez al año, ponen el pescado en plástico y los niños van en cochecitos", dice la voz en off de la pequeña Hushpuppy al principio de 'Bestias del sur salvaje'. Antes, hemos visto como la niña y su padre avistan una fábrica desde su bote, poniendo en relieve la distancia entre la civilización (el mundo seco) y The Bathtub, la zona asalvajada donde vive Hushpuppy. El debutante Benh Zeitlin crea un universo único, con un paraje al borde del mar, que no se rige por las normas de lo urbano, que remite al paisaje 'Muerte en los pantanos' de Nicholas Ray y que se ve amenazado por una tormenta dispuesta a anegarlo todo. Una cámara siempre inquieta y una iluminación que acentúa las texturas y los brillos de la luz eléctrica contribuyen a la creación de lo fantástico. También, la manera en que Zeitlin filma los grandes animales que pueblan el filme: bajo la lluvia, con el lomo bañado por un haz de luz y el resto inmerso en la oscuridad. Zeitlin sabe cómo trabajar el mito. Y cómo enlazarlo –pues ahí está el núcleo de lo fantástico– con lo real y lo contemporáneo.

"El relato fantástico –en torno a un mundo propio bajo la amenaza de su destrucción– no está exento del componente emocional. La luz lejana de un faro se convierte, a ojos de Hushpuppy, en la evocación de la madre. De la misma manera que los gritos y revueltas de padre e hija se mezclan con momentos de bella pausa: como el plano en que, sabiendo que él está enfermo, ella se duerme dulcemente sobre su pecho. Zeitlin filma en silencio el paisaje inundado y permanece allí hasta después de la tormenta, dispuesto a mostrar con sensibilidad el día a día tras el desastre. En cierta manera, 'Bestias del sur salvaje' se sitúa en una esfera más profunda que 'Lo imposible': como si hubiese decidido permanecer junto a los habitantes del lugar y quedarse en aquel hospital que la familia del filme de Bayona deja atrás. Zeitlin no precisa de grandes alardes en la producción, se basta con un poderoso imaginario, propio y original. Su universo es el de lo fantástico, pero su poso se acerca, con tacto, al del realismo.

A favor: El original universo fantástico que propone y su sensibilidad a la hora de adentrarse en el dolor y en el mundo infantil.

En contra: Que sus nominaciones a los Oscar la emparienten a un cine indie con el que poco tiene que ver.