Crítica de SensaCine.com para Desde Rusia con amor: El asentamiento del mito

Con 'Agente 007 contra el Dr. No' Broccoli y Saltzman debieron ver que acababan de dar forma a un mito cinematográfico después de que este lo fuera en literatura (aunque su repercusión, una vez cobrara vida en pantalla, sería mucho mayor). Así, tardaron tan solo un año, en 1963, en producir 'Desde Rusia con amor', la segunda entrega y posiblemente la mejor (en competición directa con la siguiente 'Goldfinger', quizá la más icónica, y la primera dirigida por Guy Hamilton). Terence Young asume la dirección de nuevo tras el Dr No (y lo volverá a hacer en 1965 con 'Operación Trueno') y, una vez más, deja patenta que se trata de un director con veinte años de carrera (la cual comienza en 1945 y termina en 1988) mediante la creación de una película que continua la identidad visual creada en la anterior película y que se extenderá dura la década de 1960 creando una cierta unidad ya sea el director Young, Hamilton o Lewis Gilbert, quien se ocupará de dirigir 'Solo se vive dos veces', película muy diferente a las otras dos dirigidas por Gilbert diez años después, ''La espía que me amó' y 'Moonraker', dignas representantes del Bond de los setenta, ya con Roger Moore en el papel de Bond.

'Desde Rusia con amor' continua lo emprendido en 'Agente 007 contra el Dr. No', la construcción de un personaje y de su mundo así como de una manera de estructurar la narración que permanecerá película tras película (a pesar de tener su raíz en las novelas de Fleming la visualización de las mismas acaban teniendo una personalidad propia). Young logra conjugar muy bien los elementos, mejor que en la primera entrega, y da como resultado una película muy equilibrada, muy bien dirigida e interpretada en la que apenas importa quién sea o deje de ser el agente secreto que la interpreta, porque se impone una obra que equilibra a la perfección la acción y los momentos más íntimos, algo que poco a poco se irá diluyendo en el resto de películas de la serie. Del mismo modo, 'Desde Rusia con amor' presenta una politización del texto narrativo que, aunque siempre o casi siempre presente en las películas de Bond, hace de ella una rara avis dentro de la saga por su sutilidad y su mirada crítica. Un Bond todavía germinal pero con mucha más consistencia que en futuras entregas.

A favor: Connery y la puesta en escena de Young.

En contra: Cierta vacuidad en la narración, algo aquí menos enfatizado que en otras entregas pero todavía presente.