The Cloverfield Paradox : los secretos del rodaje

Tras proyectarse el avance de la película durante la Super Bowl, se comunicó que el filme se estrenaría directamente en Netflix justo después de que terminase el partido. Es decir, que su estreno se anunció tan solo unas horas antes de que se produjese, en una sorprendente estrategia de lanzamiento que podría marcar un punto de inflexión en la forma de promocionar el cine.

No es la primera vez que la saga Cloverfield realiza una original campaña de promoción. Conocida precisamente por su secretismo, en 2008, Monstruoso empleó una prolongada campaña viral en redes sociales antes que de fuese algo habitual en la industria. En 2016, Calle Cloverfield 10 jugó al despiste mediante un título falso y convirtió los rumores en parte de la promoción.

Antes de confirmarse que el filme se llamaba The Cloverfield Paradox, título que lo conecta con el resto de las películas de la saga, el proyecto llevaba como título 'God Particle'.

Esta es la tercera película de la saga Cloverfield, después de Monstruoso (2008) y Calle Cloverfield 10 (2016).

Las dos anteriores entregas de la saga Cloverfield fueron producciones baratas para los cánones de Hollywood, ya que costaron entre 15 y 25 millones de dólares. En salas, cada una de ellas consiguieron recaudar unos 80 millones de dólares.

De nuevo, al igual que ocurría en Calle Cloverfield 10 (2016), la tipografía de las letras que aparecen en los créditos se caracteriza por tratarse de letras cuyas líneas se alargan en la pantalla.

El actor John Krasinski estuvo negociando unirse al reparto de esta película, pero finalmente lo abandonó para participar en la serie Jack Ryan.

Este es el segundo largometraje que dirige Julius Onah después de The Girl Is in Trouble (2015). Hasta ese momento había dirigido una decena de cortometrajes.

Uno de los miembros del reparto, el actor Aksel Hennie, ya había interpretado a un astronauta en la película de 2015 Marte (The Martian).