Hace unas semanas una película llamada Ready Player One trajo la magia de vuelta al cine y esta no es la aspiración que tienen los Avengers, ellos van un paso más allá, ellos en este día nos definen nuevamente lo que a mi perspectiva es el cine y no hablo desde los zapatos de un fan lo hago desde la perspectiva de cineasta, uno que creció y fue educado en la cultura pop y hoy se siente satisfecho al ver el crossover más ambicioso de la historia.
Marvel estudios lanzó una propuesta arriesgada en 2008 con un camino firme por construir y confió en nosotros los espectadores para mantener un universo a flote, esto no habría sido posible sin sus emblemas que con carisma y pasión nos hicieron conocer al personaje como un ente en la realidad y al verlos relacionarse entre ellos a una escala y evolución mayor el espectador puede sentirlos parte de sí, una relación que no se desgasta en 150 minutos, crece y nos da más.
La película nos atrapa desde la ya reconocida intro Marvel estudios y comienza de una impactante manera, y a lo largo de esta se mantiene el humor característico y nuevas secuencias de acción formidables aprovechando la cantidad de personajes en pantalla, con una historia que atrapa y te mantiene expectante retorciendo todo lo que creímos saber para así llegar a una conclusión insólita hasta ahora en el género de las películas de superhéroes y en la fórmula Hollywood en general.
Una vez terminada la función nos deja con miles de cuestionables, tanto en el MCU como en la vida real ¿que sigue a partir de aquí? ¿Este es el clímax y ocaso de la era de los superhéroes? O acabamos de ver la entrada de un universo mayor, pues esta película tiene la decencia completa de lo que es experimentado por los lectores de cómics, al ver a los personajes finalmente interactuando, visitando diversos mundos, una visión perfectamente construida a lo largo de 10 años.
Hoy salgo de la sala con lágrimas en los ojos, una mitad de mi vida finaliza aquí y volveré a mi punto inicial, sé que para los críticos más duros el filme no es merecedor de nombre y alabanza, muchos podrán decir que no hay arte en él, pero después de presenciar la frenética madrugada de hoy y el fenómeno que sigue en los cines aún, no podemos negar la grandeza de esta, “no todo lo popular es bueno” es cierto y habló desde mi corazón que ama el séptimo arte al decir que estoy agradecido por esta noche, al competir con miles de personas lo que es el cine, al ver gente haciendo filas por horas para comprar un guantelete del infinito, al ver personas reír, levantarse de sus asientos, gritar y hasta llorar, agradezco ver persona vistiendo prendas de su héroe favorito y verlas salir en shock de la sala al igual que yo; “el fin está cerca” eso dijo Thanos pero después de hoy yo les puedo asegurar que no es así, hoy más je nunca tenemos fe y creemos en los héroes, hoy más que nunca la gente tiene inspiración, hoy las salas de cine están llenas y hoy todos nos sentimos personajes y si eso no es el cine no tiene caso que sueñe con el, habrá muchas críticas sobre el chinche y la ideología que se nos intenta vender pero un mundo de héroes en donde quiero vivir.
Hoy me levanto de la silla y me pongo el traje con más orgullo que nunca, Marvel después de 10 años volvió al mundo geek, hoy no hay nerds por ser fan de los súper héroes, hoy no te escondes para leer un cómic, se ganó la guerra “ñoña” y en 10 años hubo un cambio cultural.
Posiblemente Infinity War no será la mejor película de la historia en términos artísticos y técnicos, pero debemos dejar de juzgar, las pasiones y la relevancia en nuestra cultura es realmente el legado que el cine intenta dejar; hoy el cine vive gracias a Marvel, pero más importante gracias a ustedes y al amor brindado a este universo.