Rogue One: Una historia de Star Wars
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Pipe C.
Pipe C.

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3,5
Publicada el 24 de diciembre de 2017
Una Rebelión Independiente Pero Autóctona

Diez años después de la terminal inserción dentro del cosmos fílmico engendrado por George Lucas (“Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith” en 2005), aterrizó el primer usufructo de la perspicaz adquisición por parte de Disney cuando compró Lucasfilm—estudio que se interpreta como la más destacable franquicia en términos pecuniarios—por un circunspecto valor ($4 billones de dólares). “The Force Awakens” fue el vestigio que Abrams empleo para reflorecer la exánime fuerza entre las entretelas de los ‘warsies’ luego de las marradas precuelas. Comenzando con esta, Disney se responsabilizó en proporcionar un largometraje anuo dentro del litigante calendario cinematográfico. Kathleen Kennedy (co-fundadora de Amblin Entertainment y actual presidenta de Lucasfilm) y el formidable equipo de la factoría ambicionan con fabricar un empírico universo sobre la prodigiosa galaxia muy, muy lejana; y para lograr esto, han determinado tentar la suerte con el experimento bélico de Edwards con el fin de dilucidar si es beneficioso crear una fila de sucesos independientes fuera del vínculo Skywalker. Otoño de 2016 fue la temporada apartada para estrenar la tónica y arriesgada nueva invención; “Rogue One: A Star Wars Story” inaugura con creces esta factible ola de disimilares filmes de una antología galáctica mientras focaliza y afianza su punto más fuerte en la ferviente declaración de su director: cine bélico que no bebe del linfa de George Lucas ni de J. J. Abrams para manufacturar un deferente, nostálgico, meditabundo y en ocasiones plúmbeo apéndice en la mitología de Star Wars.

Pese a que hasta el más ínfimo trabajo alrededor de esta cautivadora constelación tiene el éxito crematístico salvaguardado, su componente narrativo y/o argumental emula la gradación de tópicos de la trilogía original: una princesa esperanzadora, un robot humorístico, un osado misántropo, un pugilato entre el lado oscuro y el lado luminoso y por supuesto el despliegue teatral de naves espaciales rivalizando con frenesí. Inversamente, esta compacta propuesta toma riesgos en cuanto a inquirir en perspectivas inusitadas y primitivas de la galaxia, las cuales ayudan a fortificar e inculcar un concepto más profundo alrededor de la mitología. Y aunque en última instancia es un celuloide de guerra más que remarcable—pese a que meramente esboce ciertas características y centre sus plausibles referencias en “The Dirty Dozen” (1967) de Robert Aldrich—no consigue ser una corpórea película de Star Wars ya que está incesantemente sustentada por el ‘fan service’ y genera un tratamiento muy primordial al desarrollo. Una mirada maravillosa a ignotas superficies desde un ángulo tan familiar como opuesto, un gracejo teñido de tribulación y amargura y uno de los más magnos terceros actos en un ‘blockbuster’ de ciencia ficción/acción/aventura en tiempos recientes son las imprevistas principales ambiciones por parte de un cineasta que, respetuosamente, no tenia de su lado gigantes expectativas debido a los controvertibles ‘reshoots’ finales, las reformulaciones abruptas del guion por parte de Disney y sin lugar a dudas por el trémulo reemplazo en la batuta musical de Alexandre Desplat a Michael Giacchino, sin embargo, nunca es tarde para callarle la boca a unos cuantos.

Situada en el lapso entre el “Episode III” y el “Episode IV”, “Rogue One” aflora a partir de una idea somera de John Knoll, Supervisor General de Efectos Visuales de Industrial Light & Magic, la cual consistía en aclarar la oquedad temporal alrededor de cuál fue el itinerario de los planos de la Estrella de La Muerte hasta llegar a las manos de la princesa Leia Organa, trayecto citado ligeramente en “A New Hope”. Así que se trata de conocer la historia de aquellos seres ordinarios que lograron lo extraordinario. Una inocente Jyn Erso (Felicity Jones) abre con una escena retrospectiva de su puericia, subrayada por la tragedia y la desdicha. Acto seguido, nos la presentan como una prisionera redimida que es trasladada a una sede de la Alianza Rebelde. Allí, se le encomienda una trascendental misión entorno a contactar a su desvanecido padre para ubicar y descubrir la naturaleza y el lugar de una arma perniciosamente poderosa. Y como si de “Suicide Squad” se tratara, el clan de personas cotidianas toma forma progresivamente, encontrando en la fuerza el cardinal motriz. Aunque el fabuloso equipo rebota de un planeta a otro para completar su comisión, averiguamos exiguos detalles sobre el equipo capitaneado por un enorgullecedor Cassian Andor (Diego Luna), asimismo, la mayoría de los fanáticos aclaman más trasfondo para Saw Gerrera, el líder de los Rebeldes de Onderon; algo totalmente símil a lo ocurrido con el Joker en “SQ”. Pese a que la profundidad fue una autentica reverberación, el diseño de los personajes y las interpretaciones son lo que muchos fans estaban esperando. Haciendo gala de un heterogéneo y multicultural elenco actoral, el cual indaga en cada civilización contemporánea, el filme saca provecho del abanico cultural para generar un vasto universo humano-racial dentro de su mundo, del mismo modo, cada intérprete obtiene su momento de gloria antes del determinante y evocador final. Sus actuaciones enorgullecen a la audiencia, tanto así, que fue ineluctable no vitorear en los créditos del metraje.

Más apta para los mayores que para los infantes, más apta para los ‘warsies’ que para las audiencias masivas. Si de escenas de acción y conflagración se tratase, el casi perfecto tercer acto llevaría a el filme a lo sublime, luctuosamente, sus ardorosos y tremendos cuarenta minutos finales no son suficientes para mantener a flote la desgana y multiplicidad del arranque y la exposición, oportunidades faltas de ímpetu y reciedumbre que exclusivamente destacan por las interpretaciones y efectos especiales. En tiempo record, Giacchino compone una BSO embelesadora, nostálgica y fortificante que se articula como anillo al dedo al tono obscuro de cada cuadro, además lo testifican como el primer autor en quebrantar el canon musical de John Williams. “Rogue One” se acerca más a un producto bélico, en donde su espectacular música, sus destellantes actuaciones y sus casi excelentes secuencias de acción irrumpen en tierras ignoradas y para nada displicentes en el mundo de Star Wars, además, el largometraje otorga un mensaje de esperanza y sirve de aliento para todos nosotros, quienes este año perdidos a una grande: la imponente Carrie Fisher. Descansa en paz, mi princesa Leia.
cine
Un visitante
5,0
Publicada el 25 de noviembre de 2017
Después del decepcionante episodio VII, no tenia muchas esperanzas en esta pelicula. Pues bien he de decir que me equivocaba por completo, PELICULA REDONDA, enlaza perfectamente con el episodio IV, no deja ningun cabo suelto. Combates aereos, terrestres, y por supuesto...Darth Vader, escena apoteósica final.
Para mi es despues del episodio V, y III la mejor pelicula de Star Wars.
STAR WARS EN ESTADO PURO
JJ Abrams, aprende de Gareth Edwards.
cine
Un visitante
2,0
Publicada el 6 de marzo de 2017
Soy fan de la saga de Star Wars y con esta película me quedé dormida en el cine... creo que ha sido la única película con la que me he dormido en el cine en toda mi vida. La historia está bien pero se me hizo muuuuuy lenta. Efectos especiales, banda sonora y producción geniales!
Beatriz López Velasco
Beatriz López Velasco

98.194 usuarios 455 críticas Sigue sus publicaciones

3,5
Publicada el 3 de marzo de 2017
[...] Estamos ante una historia de Star Wars, el título lo deja claro, a pesar de que no arranca con el clásico desplazamiento de letras amarillas y la legendaria sintonía de John Williams, se limita a un “Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana…”. Tampoco incluye a ningún Jedi como personaje principal, no hay espadas de luz del lado luminoso (tan sólo la roja de Darth Vader), ni nadie pronuncia el apellido Skywalker. Sin embargo, todo resulta familiar ya que hay infinidad de elementos perfectamente reconocibles del universo galáctico creado por George Lucas, de hecho, Gareth Edwards y su equipo creativo han incluido material original rodado para el Episodio IV que permanecía en los almacenes de Lucasfilm y que fue descartado en su día del montaje final. Como los pilotos de combate Líder Rojo y Líder Oro.
Esta una de las cosas que más me ha gustado de esta nueva entrega, lo bien conectado que está el guion con el resto de la saga. El final de esta película sucede días antes de que comience el Episodio IV (Una nueva esperanza), la palabra esperanza es repetida en infinidad de ocasiones a lo largo de la trama. Todos sabemos como empieza el Episodio IV con ese texto en pantalla informando que espías rebeldes lograron robar los planos del arma secreta del Imperio. Pues bien, Rogue One viene a llenar los huecos que hay en ese relato y a contarnos, principalmente, como y quienes consiguieron hacerse con los planos de la temida Estrella de la Muerte y como dichos planos llegaron a manos de la Princesa Leia.
[...] Seguramente es la cinta más oscura y pesimista de la franquicia, vemos como la guerra tiene consecuencias en ambos bandos y no todos nuestros héroes tendrán un final feliz, pero si esperanza. Esta nueva entrega ha sabido capturar parte del encanto que tenía la película original de 1977, ofreciendo una aventura trepidante con emocionantes batallas y muchos momentos cómicos esparcido a lo largo del metraje, sobretodo por parte del androide K-2SO. También está llena de sorpresas y cameos para deleite de los admiradores de la saga, quizás sea la precuela que siempre quisimos ver. En el apartado técnico resulta tan espectacular como cabría esperar y con creaciones CGI tan impresionantes y reales como siempre.
Felicity Jones es la protagonista absoluta de la aventura, junto al mejicano Diego Luna. De nuevo una heroína valiente y decidida (como Leia o Rey) que se vale por si sola y no necesita que nadie la salve. Felicity está estupenda, algo seria, pero siempre convincente. En cuanto a Diego Luna, resulta reconfortante verle llegar tan alto, su personaje recuerda por momentos a Han Solo, sobre todo en sus divertidas interacciones con el androide K-2SO, aunque es más comedido que Solo y respeta mejor las ordenes.
cine
Un visitante
3,0
Publicada el 2 de marzo de 2017
La película no es tan mala pero muchas partes se me hicieron aburridas. esta es una de esas películas que la parte del desarrollo lo hacen lento y solo meten la acción o lo interesante hasta la final. pero claro, las partes de acción estuvieron excelentes 
cine
Un visitante
4,0
Publicada el 11 de febrero de 2017
Me alegró mucho ver que la trama de la película encajaba perfectamente con el resto de películas y no fue simplemente una película de naves que crearon para sacar dinero aprovechando que tiene el mundo de Star Wars por detrás.

Muy recomendada.
cine
Un visitante
3,0
Publicada el 6 de febrero de 2017
No está mal, buenos efectos especiales y demás... pero parece que no saben por dónde tirar, otra vez la estrella de la muerte!? siempre lo mismo, batallita espacial, la estrella de la muerte y poco más... una pena, soy fanático de Star Wars y me sigo quedando con la trilogía clásica. Saludos.
cine
Un visitante
4,0
Publicada el 22 de enero de 2017
No la senti como una película de star wars como los demás episodios pero la disfrute bastante y me sorprendió positivamente
cine
Un visitante
4,5
Publicada el 19 de enero de 2017
me ha encantado! los escenarios y los actores. la historia es muy entretenida no te da tiempo a aburrirte. genial!
Luis J.
Luis J.

47 usuarios 22 críticas Sigue sus publicaciones

3,5
Publicada el 18 de enero de 2017
Mérito, mucho mérito tiene ROGUE ONE (el pícaro).
Después de siete películas de una saga que nunca debió ser saga, después de aburrir, desencantar y en el caso de alguna de ellas avergonzar al espectador medianamente sensible, la saga recupera su sentido y la cordura, convence y entretiene con fuerza y con sin titubeos en esta octava entrega.
Fan absoluto de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS desde su estreno allá por 1977, siendo un crío y disfrutándola como tal. Fan de EL IMPERIO CONTRAATACA allá por 1980, la saga se me muere con EL RETORNO DEL JEDI (aunque aún la considero una película y no un mero producto). De ahí en adelante decepción tras decepción, aburrimiento, hastío y enfado, mucho enfado.
Cinco películas más que no han sido capaces de contar nada nuevo, nada que interese o nada que desarrolle la historia de las dos primeras. Nada que explote el potencial del universo creado por el pesetero y cansino de Lucas.
La anterior a la que nos ocupa, EL DESPERTAR DE LA FUERZA, sólo se puede disfrutar entendiéndola como una parodia.
Con ese panorama, aún no sé cómo tuve el arrojo de pagar por ver Rogue One…Ahora me alegro de haberlo hecho.
Su publicidad la anuncia como, “UNA HISTORIA DE STAR WARS”. Y sí, es exactamente eso. Esta vez no mienten. No hay trampa ni cartón. Rogue One cuenta la historia de cómo los rebeldes roban los planos de la Estrella de la Muerte y enlaza directamente con el principio de la primera película (que es y siempre será esa que Lucas llama episodio IV); ese histórico plano de un crucero imperial persiguiendo y atrapando a una diminuta nave rebelde. Historia del cine con mayúsculas.
Rogue One no se va por las ramas, no pretende abrir nuevos caminos, dilatar lo indilatable ni engañar a nadie. Sabe lo que es. Se encuadra perfectamente en el universo Star Wars y aprovecha la ventaja que le da el no tener que presentarnos ningún personaje, ni situarnos en ese mundo imaginario. Se centra en lo esencial: la historia. Justo lo contrario que las cuatro entregas anteriores que no son nada salvo un dilatadísimo catálogo de juguetes y merchandising.
Sí, Rogue One es una verdadera película; una buena película de aventuras, vigorosa y con personalidad propia. Es entretenimiento de calidad que además de servir para vender cacharritos de plástiquete, es Cine.
Vale que tiene sus carencias, y muchas (personajes apenas desarrollados, interpretaciones más o menos planas, resurrecciones digitales bastante penosas…), pero ninguna de ellas consigue malograr el resultado final. Todo se le perdona por conseguir revitalizar una saga caduca, un género especialmente maltratado y sobre todo por entretener con dignidad.
Y esto os lo dice posiblemente el mayor detractor de este sacaperras absurdo en que se convirtió Star Wars tras EL RETORNO DEL JEDI (y admirador de las dos primeras)
Eso sí, un consejo para los soldados imperiales: decidle al encargado del departamento de compras que os consigan unos trajes/armadura de mejor calidad que los que venden en las jugueterías, porque todos me caéis desnucados al primer golpe. O eso, o es que sois unos blandos de cuidado.
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