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    Primavera en Normandía
    Críticas
    2,0
    Pasable
    Primavera en Normandía

    Extrañas coincidencias

    por Gerard Casau

    Primavera en Normandía es un título genérico y decididamente vulgar, que no ayuda demasiado a hacerse una idea de la verdadera naturaleza del filme dirigido por Anne Fontaine, mucho más explicita en el original, “Gemma Bovery”. En efecto, la película juega a lanzar un claro paralelismo entre su protagonista, Gemma, y Emma Bovary, el personaje imaginado por Gustave Flaubert en su clásico Madame Bovary.

    Nadie parece dar mucha importancia a esta coincidencia; excepto Martin, a quien la resonancia entre el desdichado icono decimonónico y su joven vecina, recién casada y llegada a un pequeño pueblo de Normandía, le resulta casi sobrenatural. El hombre interpretado con una mezcla de voyeurismo lúbrico y nervioso afán protector por Fabrice Lucchini no tarda en desarrollar una obsesión con Gemma (sobre la que Gemma Arterton arroja una sensualidad casual, aunque no inocente), convertida al mismo tiempo en fantasía erótica de un hombre maduro y en figura a resguardar del trágico destino que le anunció su antecesora literaria.

    De hecho, es Martin quién realmente comparte la frustración y el aburrimiento vital que caracterizaron al personaje de Flaubert, mientras que Gemma tiene un carácter mucho más jovial, aunque, como Emma, acabe siéndole infiel a su marido. Y al identificarse con el punto de vista del personaje masculino (a la sazón, también narrador), Primavera en Normandía falla en retratar a la mujer que debería ser su centro, más objetualizada que estudiada por la sesgada mirada del pseudo-intelectual que encarna Lucchini. 

    Premeditadamente ligera, y en última instancia frívola, la película no hace sino reducir su ambición meta-literaria a unas pocas casualidades y coincidencias de reader's digest flaubertiano; particularmente erradas en un desenlace que fuerza la fatalidad y acaba privando al filme definir ese tono de levedad primaveral que tanto ansía. Así, Primavera en Normandía no resulta tanto una re-imaginación de un referente como una mala traducción que se obstina en rizar el rizo. Demasiados ecos para una película que no acude realmente a la fuente de Flaubert, sino que adapta un cómic de Posy Simmonds (editado en España por Sins Entido), autora también de Tamara Drewe, versión en viñetas de Lejos del mundanal ruido que Stephen Frears llevó al cine en una película protagonizada por... Gemma Arterton. Extrañas coincidencias, desde luego.

    A favor: Gemma Arterton, sin la cual el filme sería un naufragio total.

    En contra: Todo intento de mirarse en Flaubert no hace otra cosa que subrayar lo minúsculo del filme.

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