No, no es la mejor película de ciencia-ficción. No se podría decir, en un sentido estricto, que sea ciertamente, una película de ciencia-ficción: Lo suyo está a medio camino entre la fantasía, al estilo de Star Wars, y lo científica y técnicamente plausible, como sería el caso de Interestellar. Lo fuerte de esta película es todo el conjunto de elementos visuales que están alrededor de lo que podría ser la posibilidad de un tentativo viaje interestelar --Mismos que, mermada nuestra capacidad de asombro, después de tantos productos de extraordinaria calidad de efectos visuales, hacen que el empaque de este producto sea tanto cuanto cumplidor--. Lo débil de ella, en todo caso, está en su argumento: Este resulta medianamente convincente; solo lo suficiente para llevarnos hasta el punto donde se puede aprovechar realmente una historia de dos viajeros --o mejor dicho, naúfragos-- varados en medio del espacio por algunas circunstancias de las cuales los constructores del viaje espacial se encargaron, increiblemente, de darles nulo control. A despecho de que las premisas no son esencialmente correctas, la película resulta de sí entretenida y bien devuelven lo invertido en apreciarla durante los 116 minutos que dura su desarrollo.
La primer premisa erronea de la película es esencialmente, llevarnos a asumir que un daño de tales características (el que sufre la nave y que obliga a despertar a Jim Preston --James Pratt--) es posible en un segmento espacial densamente poblado por asteroides. Tales grupos de cuerpos tan compactos, según se sabe, no existen en el espacio y de existir, es muy probable que la computadora de la nave espacial pudiera detectarlos con mucha anticipación a fin de reorientar su curso de colisión. Por tanto entonces, se da por inválida la premisa inicial si consideramos que se trata, eventualmente, de una película de ciencia-ficción, lo que nos lleva inmediatamente a tener que reubicarla en el terreno de la fantasía y a ese punto, cualquier cosa --en las latitudes de este género-- es posible, por tanto entonces las situaciones dentro del filme son del todo fantásticas, y deben ser entendidas como tales, con la salvedad de que nos sirven para observar ciertos comportamientos tentativos en una situación hipotética. Insistiendo, por otra parte, que se trata de una película de ciencia-ficción en toda forma, estamos ante un producto argumentalmente insostenible de origen.
La segunda premisa erronea es tratar de convencernos de la imposibilidad de que Jim Preston vuelva a su estado de animación suspendida, y del convencimiento de los impulsores del viaje espacial obviaran una situación tan plausible como el hecho de que, en algún momento, el estado de animación suspendida pudiera fallar, si no colectivamente, cuando menos individualmente. Ello, en un viaje de tales exigencias, es imperdonable. Si bien pudiera existir una seguridad del 99.9% de que un despertar prematuro fuera posible, las posibilidades jamás pueden ser cercanas al 100%. En toda industria existen estándares de alta disponibilidad, entre ellos la redundancia, que hacen poco creible el hecho de que no existiera en la nave, al menos de manera simplemente anecdótica, un protocolo alterno de hibernación inducida, asistida idealmente por androides cibernéticos con las mismas capacidades de inteligencia que las de Arthur --Michael Sheen, el barman-- estaba dotado. Tampoco es probable que un viaje donde 5,000 personas viajan en estado de hibernación, solo pudiera preveerse la existencia de una sola sala de enfermería, como si las enfermedades en un viaje espacial no fueran posibles. Uno de los primeros requerimientos de una misión espacial serían con toda seguridad la existencia de protocolos de salud muy fuertes (Entre ellos la existencia de un ala de enfermería de alta capacidad de respuesta), al menos para cumplir las exigencias de las organizaciones detrás de tales viajes.
La tercer premisa errónea de la película es esencialmente, las circunstancias en las cuales se da el salvamento de la nave. Para no variar, al mejor estilo de los blockbusters estadounidenses del tipo de Armaggedon, nos encontramos ante un salvamento espacial por demás inverosímil. Comenzando por el hecho de que se minimiza la complejidad de un reactor nuclear a una simple caldera, como si haciendo que el calor se disipe fuera suficiente para estabilizar un reactor de --posiblemente-- fusión de estas características. Por otra parte, se trivializa con el hecho de que el calor expulsado a lo que podria ser una temperatura de millones de grados centígrados --ver documentación en internet alrededor de los reactores de fusión-- se ve incapaz de aniquilar el traje espacial (y al astronauta en su interior), lo que nuevamente distancía al producto del género de ciencia-ficción, porque en el estricto rigor de los hechos, tal situación no sería posible a través de medios técnicos conocidos o desconocidos, atendiendo al campo de la ciencia.
Por lo demás, la película desarrolla con cierta normalidad lo que bien podría considerarse, la versión espacial de La Laguna Azul, sin su toque de profundidad. La película bien podría haber enfocado los hechos a partir de la narracción de Aurora --Jennifer Lawrence--, pero prefiere iniciar a partir del supuesto incidente con asteroides; hecho que resta en lugar de sumar, ya que hubiera sido preferible crear una historia de heroicidad a partir de la visión periodística de la viajera; más que el simple relato en tiempo lineal que nos ofrece. Tampoco aborda la película el cómo pudieron, despúes del incidente donde logran salvar a la nave de su destino, continuar viviendo prácticamente las mismas experiencias día tras día, sin que ello diera lugar a su total aburrimiento y/o locura ya que, a diferencia de La Laguna Azul, la película adolece de una perspectiva de continuidad generacional a partir de la muy plausible paternidad/maternidad de los dos personajes, misma que se observa nula en el filme, pero que sin embargo, le hubiera dado mayor profundidad a su argumento. La reproducción, que es una actividad de primer plano existencial en la vida de todo ser humano,se antoja como la opción de continuidad existencial disponible para ambos, al haber renunciado a la suspensión en el viaje. Quizá ver los posibles retos de una eventual paternidad/maternidad en el espacio, aunque fuera por el espacio de un breve par de minutos, y quizá solo como una reseña de todo lo acontecido a partir de los eventos posteriores al salvamento de la nave le hubieran aportado un toque de mayor contenido existencial a la trama. No obstante, los minutos de tensión una vez que Aurora se entera respecto de qué mano ha sido la artífice de su destino, parecieran ser bien retratados, y haber abundado en más minutos al respecto no hubieran aportado demasiado al hecho de que estamos hablando de dos naúfragos viajando en una isla espacial donde todo lo habido y por hacer está dado por todo aquello de lo cual tienen a su alcance.
En una apreciación más simple y reducida del filme: Este resulta entretenido, visualmente correcto sin destacarse especialmente --pero en honor a la verdad, ya nada resulta sorprendente hoy en día, cuando todo en los filmes actuales es sorprendente de principio a fin-- y es, en todo caso, un producto disfrutable. No será un producto bueno en todo aspecto, pero cumple, a pesar de su argumento inverosímil y los fallos en darle mayor profundidad temática.