Se filmó en Filipinas debido al desfavorable retrato de Tailandia. Por ello, tuvieron que convertir un Instituto de salud mental en una prisión, y cambiar los señales de la calle del inglés al Tailandés.
Jennifer Love Hewitt iba a interpretar el papel de Darlene (Kate Beckinsale), pero por problemas de agenda, se vio obligada a rechazarlo.
En la sede del Herlad Examiner de Los Ángeles, al final del rodaje se produjo un incendio que obligó a evacuar al equipo.