Este es el primer largometraje dirigido y escrito por Audrey Dana, y viene motivado por su opinión acerca de la comedia francesa, en la que cree que la mujer sólo cumple un papel estético. Ella quería una comedia "de una mujer para las mujeres".
Las actrices son mujeres, la directora es mujer, las de vestuario y escenografía también, pero los cámaras, los de iluminación y demás equipo está formado por hombres. Siempre igualdad.