El detective John Prudhomme es un nativo Cajún que ha sido transferido a Chicago, donde se le asigna la investigación del asesinato de un hombre desangrado hasta la muerte a causa de la amputación de un brazo. El mensaje "Él está viniendo" que apareció escrito con sangre en una ventana de la víctima es una perversa y enigmática pista de las intenciones del asesino. Después de encontrar dos cadáveres más con partes del cuerpo desaparecidas, Prudhomme se da cuenta de que está detrás de la pista de un psicópata que pretende utilizar los miembros arrebatados a sus víctimas para formar el cuerpo de Jesucristo... justo a tiempo para el Domingo de Resurrección. Mientras el detective lucha por encontrar al asesino a tiempo antes de que sume más víctimas, también está atenazado por el recuerdo de la muerte de su hijo y la crisis de fe en Dios que le ocasionó.