Desde que Spotlight se estrenara en la pasada edición del festival de Venecia (septiembre de 2015), donde recibió una gran ovación del público y dos premios para su director Thomas McCarthy, no ha parado de recibir elogios por parte de la crítica y un sin fin de premios y nominaciones. Entre ellas tres nominaciones a los Globos de Oro (mejor película, director y guion), cinco para los Independent Spirit Awards, siete para los Satellite Awards, tres más en los BAFTA y seis nominaciones en los Premios de la Academia, incluyendo mejor película, mejor director, mejor actor de reparto (Mark Ruffalo), mejor actriz de reparto (Rachel McAdams) y mejor guion original.
La trama sigue al equipo de reporteros de investigación del periódico The Boston Globe, llamada Spotlight, que destapó un escándalo en el que la Iglesia Católica de Massachusetts ocultó numerosos casos de abusos sexuales perpetrados por distintos sacerdotes en Boston. Una estremecedora historia real por la cual el periódico ganó el Premio Pulitzer al servicio público en 2003. Afortunadamente los tiempos están cambiando, también en la Iglesia Católica, que ha calificado la película de honesta y convincente. Aunque al final de la película nos informan que el Cardenal Law, arzobispo de Boston, después de dimitir de su cargo por culpa del escándalo fue arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, cargo que ejerció de 2004 a 2011. [...]
Una historia sorprendentemente bien contada para el tema tan delicado que trata. Esta es una película sobre investigación periodística, no sobre abusos sexuales o curas pedófilos, temas que también trata. Los mejores momentos se producen cuando se centra en la investigación de los periodistas, las entrevistas con las víctimas, como tienen que camelarse al abogado defensor para conseguir pruebas que publicar o como presionan a los abogados que durante años ayudaron a los agresores a salir indemnes, todo ello en una ciudad donde la Iglesia Católica es un pilar fundamental de la sociedad. Muchos factores interesantes que el director y coguionista Tom McCarthy ha sabido combinar de manera fascinante dando como resultado una película muy interesante, con buen ritmo, altas dosis de suspense y una narración apasionada y fascinante.
Los personajes son bastantes unidimensionales, poco sabemos de ellos y de sus vidas, no es relevante para lo que nos están contando, lo importante es saber que son periodistas de raza y que se vuelcan con su trabajo, algo que refleja a la perfección la maravillosa interpretación de todo el reparto. Me ha sorprendido que Mark Ruffalo aparezca por delante de Michael Keaton en los títulos de crédito, la película es bastante coral y tanto Ruffalo, como Keaton o McAdams tienen el mismo protagonismo, un paso por detrás estarían Liev Schreiber, Stanley Tucci, Brian d’Arcy James y John Slattery. Absolutamente brillantes todos y cada uno de ellos, destacar el papel tranquilo y pausado de Liev Schreiber (Ray Donovan), creo que es la primera vez que le veo tan sereno, y al genial Stanley Tucci (Saga Los Juegos del Hambre) que vuelve a hacer gala de su gran talento interpretativo.
Una película con un reparto brillante, un guion preciso y una dirección hábil que no cae en el sensacionalismo y que la convierte en una gran cinta sobre periodismos de investigación.