Una mejora de la densa primera parte.
Esta secuela representa una mejora significativa respecto a su predecesora, no solo en ejecución técnica, sino también en enfoque narrativo. La dirección consigue un ritmo más equilibrado y coherente. Al abandonar en gran parte el tono policíaco que dominaba la primera entrega -o al menos, no centrarla tanto en ese aspecto-, la película encuentra una identidad más clara y entretenida, más cercana al espectáculo y al juego que al thriller convencional.
La incorporación de Lizzy Caplan como Lula supone un acierto. Su personaje aporta frescura, humor y carisma, compensando la ausencia de Isla Fisher y otorgando una dinámica más ligera al grupo. Los trucos de magia, más ingeniosos y visualmente atractivos, logran mantener la ilusión sin desvelar todos sus secretos, permitiendo que el espectador vuelva a maravillarse —algo que la primera parte sacrificaba al explicar demasiado.
En lo técnico, 'Ahora me ves 2' se beneficia de un montaje más fluido, efectos visuales más elegantes y un reparto coral mejor equilibrado. Cada personaje encuentra su espacio dentro de la trama, lo que evita la sensación de desequilibrio presente en la anterior. Si bien los diálogos pierden parte del ingenio original, la película compensa con un desenlace más creativo, lleno de ritmo y sentido del espectáculo.
Sin alcanzar el estatus de memorable, esta secuela demuestra una evolución clara: más segura de sí misma, más consciente de su propio juego, y con la magia, por fin, en el centro de todo.