Opiniones sobre Gru 3. Mi villano favorito

Bueno se que no se trata de una película de mininos y que no son los protagonistas, pero son lo que hacen que la película sea divertida, entretenida y kuka .... solo salieron 2 momentos en la película y fue genial, el resto de la película para mi... un rollo total .

Muy divertida con muy buenas canciones y una historia bastante buena.

La película empieza contando la historia de un chaval que salia en televisión haciendo de malo y que cancelaron su programa cuando le cambio la voz, eso le llevo a la locura y empezó a hacer el mal. Luego volvemos vemos como el villano de los 80 intenta robar un diamante y Gru y su chica intentan pararlo. Mientras en la agencia secreta ahí un cambio de director y la nueva decide que Gru no vale y lo despide. Pasa por una mala racha hasta que llega un mayordomo el cual le cuenta que tiene un hermano gemelo del cual Gru no sabia nada, asi que se van a verlo.
Ahí es donde empieza lo bueno de la historia de la película, pues el hermano gemelo quiere aprender de Gru a ser malo, Anges se embarca en la búsqueda de un unicornio y los minios se apoderan de la prisión y la historia se entrelaza con la del villano del principio. Una buena peli donde tendrás risas aseguradas.

Creo que seré el único que va a decir esto pero creo que los Minions ya me están cansando, la historia es muy simple : Gru es despedido después de que dejara a Balthazar Bratt o más conocido como (la estrella pop de los '80), se entera de que tiene un hermano gemelo y justo en el momento que se entera los minions renuncian por el mismísimo hecho que Gru no quiere volver al mal y en principio la película estuvo Bien, no voy a decir que sea lo mejor o lo peor que sea hecho y creo que el único problema eran las enseñanzas que nos daban desde la primera película como lo que más importaba era la familia u otras cosas pero aquí el mensaje podía ser la hermandad pero, no lo tocaron y otra cosa que me molesto era la manera que asimilaba la primera, tal vez no me entiendas pero al final cuando Balthazar Bratt secuestra a las niñas es casi lo mismo que hicieron en la primera pelicula y finalmente los Minions tal vez ya ni necesiten estar en la película y eso me molestó ya que la razón por la me encanto esta franquicia fue por ellos, pero creo que lo que más me gustó fue Dru Y Balthazar Bratt , me gusto en cada momento durante ellos dos aparecían en la película y eso es bueno entretenida para todos.

Gru 3. Mi Villano Favorito (2017).
Vuelve el jefe de los simpáticos Minions, y esta vez con su hermano gemelo.
Una vez más son sus amarillos esbirros lo mejor de la película; tanto es así que tendrán secuela en 2020 tras el éxito de la primera, la cual ostenta ser la segunda cinta de animación más taquillera de la Historia justo detrás de "Frozen".

La otra cosa que destaca en Gru 3 es la música: como el enemigo de nuestro protagonista está anclado en los años 80's, es de esta época casi cada canción que suena, esto es, Michael Jackson, A-ha, Dire Straits o Phil Collins entre otros muchos, y por otro lado están los temas originales de la obra de animación que están escritos e interpretados por Pharrell Williams. Una maravilla.

No olvidemos el doblaje al castellano a cargo de Flo y sus colegas...
Recomendable para ver solo o en familia.

Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6,5

Como reza el dicho, "No hay dos sin tres" (y nosotros añadimos que si las dos primeras vienen cargadas de dinero, más) , cuatro años después de la aparición en nuestras pantallas de Gru por segunda vez, ahora llega por tercera.

La verdad es que a nosotros nos ha dejado muy frios, ya que ha perdido su chispa y originalidad dejando todo el peso del divertimento a los pequeños minion y relegando su aparición (además de en el cartel) en 3 o 4 gags.

Pasable... para una tarde de verano con lluvia.

Gru regresa por partida doble

Luego del éxito inopinadamente masivo que consiguió DreamWorks Animation dentro del mundo del cine infantil en el año 2010, Gru y sus correligionarios ambarinos se convirtieron, a la velocidad de la luz, en personajes de culto y directos representantes de la cultura popular, logrando a expensas de sus componentes de atracción magnética para el espectador rutinario (un gracioso y vil villano, una triada de niñitas con ojos insoportablemente tiernos y unos seres amarillos en forma de píldoras que se comunican a través de un lenguaje que combina decenas de lenguas) una segunda entrega dirigida por Pierre Coffin y Chris Renaud y un spin-off en 2015. A día de hoy, llega—usando como inspiración los signos pesos generados por los tres filmes previos—una tercera entrada con Gru como “único” protagonista, arrinconando a un segundo lugar a los Minions, alternando su participación en forma de escape al estilo de “The Great Escape” de John Sturges con las ansias de Agnes por conocer a un unicornio en el mundo real, una sub-trama amorosa entre Margo y un habitante de la aldea, los esfuerzos de Lucy por ser una buena madre, los fantasmas de Gru que lo instigan a dejar atrás la vida de padre responsable, el impacto que le ocasiona su hermano gemelo y la persecución a un villano principal que irradia estilo ochentero de los pies a la cabeza. Decían que las ideas originales de Hollywood ya no tenían cabida en un blockbuster americano, se equivocan, aquí si las hay, pero con una sobresaturación de historias que terminan condenando al largometraje a las filas del filme veraniego con fines lucrativos que depara la tradicional y chiflada diversión de la franquicia.

Los nuevos ingredientes de la receta son introducidos con independencia, a saber, son como mini-episodios encadenados con aspereza y poca fluidez en un relato en donde la coherencia brilla por su ausencia, pero al fin y al cabo, ese es el significado de una película de animación, una manumisión del mundo ordinario para el espectador, no obstante, esto no la capacita a insertar un tumbo de situaciones tan diversas como desligadas. Además del hartazgo de ideas que no son puentes de originalidad, se encuentra un apartado técnico y visual que no exhibe optimaciones propiamente frescas, el potencial óptico de un par de escenas se ve frenado por la intercepción de las sub-tramas anteriormente comentadas. Sin embargo, hay lugar para secuencias dramáticas y de acción, orquestadas con un tino preciso, en las que se emplean una paleta de colores vivaces, gráficos que emulan la realidad con prolijo y una fotografía que elevan la propuesta de Chris Meledandri a otro escalón, cuando menos, visual.

Con relación a las afiliaciones más recientes, el antagonista Balthazar Bratt, un estrella ochentera que se ve rechazada pública y comercialmente gracias al arribo de la pubescencia y Dru, el hermano gemelo de Gru, un clon casi idéntico del personaje principal, salvo por una fulgente melena rubia y un ajuar níveo, brindan un soplo de aire fresco a un mundo con posibilidades inconmensurable que abarcan desde productos periféricos hasta a personajes merecedores de su propia entrega, no obstante, el efecto capturado no es bilateral. La presentación de Bratt, desplegando una trama de espionaje al estilo James Bond, en los primeros dos actos es tediosa, plana y desganada, no es hasta el apoteósico final que las extravagancias del ex ídolo infantil afianzan las motivaciones por las que acude a la villanía, aplastando, alegóricamente, el emblemático cartel de Hollywood ubicado en las colinas de Los Angeles. Dru, el polo opuesto de Gru, tampoco obtiene un tratamiento totalmente limpio e innovador, evaluándolo como personaje individual, empero, su desarrollo es mucho más disfrutable cuando hace dúo con su hermano, abriendo paso a un atinado slapstick. Es interesante el rollo final, el cual—sin recurrir a spoilers—, es la salida requerida y más coherente para continuar con el leitmotiv general del universo.

Nuevamente, volvemos a ser testigos de la pericia cómica y argumental que encierran los minions como personajes de soporte, los cuales atraviesan una huelga contra su propio amo, la participación en un show de canto y el escape de una prisión de alta seguridad. Sin duda alguna, ellos son el homólogo de la ardilla Scraft en la franquicia “Ice Age”, la cual fue empleada como mecanismo magnético, algo que le encanta a la audiencia, en especial, a los más pequeños.

La atmosfera impregnada por el villano es algo inexplorado para la animación de Dreamworks, haciendo uso de ángulos y ediciones propias de la época, en orden de otorgar cohesión con la historia del villano, empero, no son suficientes los logros visuales que consiguieron con el personaje; la banda sonora, presente en la mayoría de sus apariciones, se ciñe a clásicos ya establecidos como “Bad” de Michael Jackson o “99 Luftballons” de Nena, saliéndose por la tangente con las composiciones musicales propias que debían resaltar en la película.

Con una historia que va a ninguna parte por culpa del raudal de sub-tramas que los guionistas incrustaron en la mitad del metraje, “Despicable Me 3”, dirigida por Pierre Coffin, Kyle Balda y Eric Guillon, complacerá a los amantes del espionaje animado y a los adultos ávidos por un tarde de cine sin exigencias, a costa del talento vocal de los actores de doblaje, las inherentemente hilarantes ocurrencias de los minions y las incesantes referencias a la cultura ochentera. Para todos los demás, la última incursión en el cine infantil, fruto de la alianza entre Illumination y Dreamworks, se queda corta y con ambiciones a medio hacer, gracias a un desbarajuste creativo que no puede ser salvado del pegajoso fango cinemático americano por un apartado grafico digno de la casa, algo que a estas alturas no es cuestión de sorpresa.

Steve Carell duplica tu diversión en Despicable Me 3: no solo expresa a Gru, el malo de la calvicie convertido en un regalo, sino a Dru, su gemelo rubio, perdido hace mucho tiempo y un villano en entrenamiento con un acento aún más delicioso. La banda amarilla de Minions tocados con pedo de fart está de regreso (su grupo de Gilbert & Sullivan no se puede perder), al igual que Kristen Wiig como la esposa de Gru, Lucy Wilde, aún tratando de establecer una relación con sus tres hijas adoptivas. La trama comienza cuando la pareja es despedida por el malvado nuevo jefe de la Liga Anti-Villanos (Jenny Slate) por no haber captado al famoso Balthazar Bratt (expresado hilarantemente por el fabricante de travesuras de South Park Trey Parker). Bratt es una ex estrella infantil de los 80's, mordida en la banda sonora de Michael Jackson, Van Halen, a-Ha y Madonna, quien está fuera para robar el diamante más grande del mundo a menos que Gru y Dru puedan detenerlo.

Divertida película para todos los públicos en la cual te puedes echar unas risas con todos los personajes

La tercera película de la saga es un compendio de música de los 80 y gags de acción espectaculares, divertida, jocosa y llena de guiños. El villano es quizás el más conseguido de todas las entregas hasta la fecha y el nivel de animación es espectacular y brillante. Mantiene a Gru en lo más alto, sin desmerecer a las precuelas o incluso mejorarlas.

Es mediocre, ya van 4 peliculas de esta franquicia, lo peor es que tiene una promisa simple, y muy predecible.