Durante la década de los ochenta y noventa un alto número de pacientes de los hospitales de Nueva Jersey comenzaron a fallecer debido a sobredosis de medicamentos que no necesitaban, por lo que comenzaron a tener mala fala. Detrás de estas muertes estaba Charles Cullen, persona en la que se basa la trama de la película. Inestable mentalmente, cambiaba de hospital de vez en cuando.