Caballero a la medida

Cantinflas trabaja como modelo de trajes de etiqueta para una tienda de prestigio. Él sólo tiene que pasear por las calles con el esmoquin y un anuncio en su espalda. El esmoquin le permite el acceso a lugares exclusivos, donde se encuentra con personas importantes. Durante su tiempo libre , Cantinflas es el gerente de un boxeador amateur, ayuda a una atractiva enfermera y ayuda a un sacerdote en la iglesia. Sin embargo, un día Cantinflas llevando el esmoquin se encuentra con un hombre rico, quien acaba creyendo que es un millonario por la ropa que lleva.