Según el director Mohamed Hamidi, la inocente aventura de Fatah y Jacqueline también tiene una lectura política. Según sus palabras: “En estos tiempos tan difíciles donde alguna gente quiere oponerse a diferentes tipos de vida, quería mostrar que los individuos, sin importar de dónde fueran, pueden vivir juntos y compartir sin importar las diferencias culturales, estatus social o religión.”
Antes de dedicarse al cine, Mohamed Hamidi formó parte de un innovador experimento periodístico, el Bondi Blog, que nació en 2005 con el objetivo de informar desde otras perspectivas étnicas presentes en Francia. De hecho, sus periodistas vivieron en vecindarios de refugiados e inmigrantes franceses para ser cronistas de primera mano. El proyecto tuvo un gran éxito y todavía hoy sigue vivo.
Esta es la segunda película de Mohamed Hamidi después de Mi tierra (2013).
Debido a que el equipo no podía llevar una vaca francesa a Marruecos ni viceversa, emplearon tres animales diferentes pero que fuesen muy similares para que no se notase la diferencia entre secuencias.
El rodaje tuvo lugar en distintas localizaciones de Marsella, París, Burdeos y Marruecos.