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    Ocean's 8
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    934 notas
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    20 Críticas del usuario

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    cine
    Un visitante
    5,0
    Publicada el 24 de septiembre de 2018
    Encontrar a mis actrices favoritas en una sola cinta no lo creí jamás! Pero llego esta película y lo cumplió. Me encantó y estoy a la espera de la segunda parte! No esperaba menos del girls power!
    cine
    Un visitante
    3,5
    Publicada el 19 de septiembre de 2018
    ¿Lanzando ocho estrellas femeninas, todas consumadas ladrones de escenas, como ladronas maestras en un giro inverso de género en la trilogía Ocean's 11 de todos los tíos? Es una idea inteligente, por no mencionar la diversión aplastante. Sí, la trama tiene más huecos que una rueda de queso suizo y el director Gary Ross (The Hunger Games) deja que el guión que escribió con Olivia Milch se afloje en su sección media, pero es probable que no le importe nada. Ocean's 8 es una alcaparra robusta que se ve hermosa, mantiene los giros y rebota en un ritmo cómico que es imposible de resistir. ¿Qué más quieres en el escapismo de verano?
    sobemail
    sobemail

    249 usuarios 54 críticas Sigue sus publicaciones

    2,0
    Publicada el 11 de septiembre de 2018
    Empieza bien y parece que se desarrolla con interes, pero decae por momentos y abusa en exceso del buen rollismo, es mas transmiten tanto pasotismo que parece que les salga las cosas por pura potra y esto se ve a lo largo de toda la pelicula en la que hablan de sus planes sin ninguna discrecion delante de cualquier persona, como si no existieran....

    Es una pelicula entretenida, pero e absoluta a la altura de toda la parafernalia de las anteriores de la saga, sin embargo no es la peor ya que esta al menos es mas fresca que la ultima.

    Se deja ver.
    Isra F.
    Isra F.

    105 usuarios 42 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 9 de septiembre de 2018
    Buena película y entretenida, te mantiene atento a la pantalla. Gran resolución final, sorprendiendo totalmente. Gran reparto
    Pipe C.
    Pipe C.

    9.187 usuarios 160 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 4 de agosto de 2018
    La nueva prole de Ocean’s de Gary Ross pierde el premio gordo al privilegiar el glamour escénico y la abusiva fidelidad.
    Steven Soderbergh, uno de los pioneros-fundadores del movimiento de cine independiente y uno de los más prolíficos cineastas de su época, tramó hace ya varios años una de las trilogías heist por excelencia del cine de los 2000. Apoyado parcialmente en el filme Rat Pack homónimo de 1960, el cineasta de “Unsane” ponía la regla para la oleada de lanzamientos que vendrían a emular el éxito comercial y la agilidad narrativa denotados por el ensamblaje de estrellas capitaneado por George Clooney que en 2001 se sumergía en la ejecución de un golpe maestro en los casinos más populosos y ultraprotegidos de Las Vegas, los llamaban “Ocean’s Eleven.” Con taimada presteza y menor control argumental, tres años después aterrizaría una menos redituable pero no menos vertiginosa secuela, para finalmente cerrar de momento la tanda de robos en 2007, sumándole dos integrantes más al clan de sagaces hurtadores. Lo que Soderbergh nunca sopesó es que luego de dar por concluida su victoriosa saga cinematográfica, en época de escasez creativa y movimientos feministas, Warner Bros. daría luz verde a un spin-off que habita en el mismo universo pero que se posa únicamente sobre un elenco femenino, obviamente, grandes estrellas y exponentes femeninos del cine, la televisión, la moda y la música que igual que en diecisiete años, son reunidas con el fin de ejecutar un robo de dificultad extrema, la diferencia radica en un blanco bastante estereotipado pero no menos atractivo, el objetivo ya no son multimillonarias cajas fuertes, es un cardumen completo de onerosas joyas encerradas bajo metros de concreto.
    Esta criminal reiniciación fílmica fue una de las primeras en la incontrolable avalancha de reboots/spin-offs/remakes originarios de clásicos de antaño o joyas modernas enfocados estratégicamente en un elenco femenino. Hace un par de años, cuando esta agreste noticia llegó a oídos de los desconfiados fanáticos, una vorágine de opiniones iniciaba un aún latente debate sobre los pros y los contras de seguir creando películas sobre bases ya utilizadas, reciclaje creativo. Dicha polémica se agravó justo cuando decidieron hacer público el nombre del realizador a cargo: Gary Ross. El director de “The Hunger Games” no conserva la misma experiencia ni vigorosidad detrás de las cámaras como la tiene Soderbergh— sino comparar el número y la calidad de créditos como cineasta, — y eso se ve en su nuevo filme pues es evidente lo mucho que se basó en la trilogía original para sacar adelante su visión y no perder el control en el camino de esta sencilla y pasajera historia. Su capacidad como narrador es suficiente para mantener en pie la idea, pero se extraña ese dinámico ritmo y precisión narrativa de las originales. Es por esto que Ross, quien se acredita como guionista junto a Olivia Milch, no plasma adecuadas adiciones creativas para enriquecer el universo de robos, no obstante, se aprecia una ligera mejora con respecto a las secuelas gracias a su desenvoltura y mediano facilismo desplegando la trama, consiguiendo un viaje bastante fresco y llevadero.
    El filme pretende exaltar al clan de féminas por medio de las acostumbradas hazañas y desafíos, pero no lo consigue pues lo hace con elementos que innegablemente encasillan, a la mayoría, en el cansino tópico de género de igual manera que las terribles cintas en las que evitaba convertirse: la MET Gala, vestidos no tan extravagantes como se esperaba, un collar de diamantes como blanco y estereotipos propios de cada cultura derramados sobre las damas de soporte. Aunque tal configuración funciona, desvirtúa una de las mayores justificaciones para esta actualización cinematográfica.
    Uno de los mayores problemas es que estas intrépidas ladronas tienen prácticamente el camino libre, no hay un antagonista definido, en realidad, no hay uno, ni siquiera el personaje de James Corden consigue mantenerse en ese puesto y eso dificulta la construcción de verdadera intriga y emoción ante un suceso que cambie el rumbo de la narración, aun cuando las cosas se ponen feas, los más peligrosos enemigos son dos indiferentes agentes del FBI.
    Hay extrañamente poca comedia, a decir verdad, el relato carecería de chispa cómica de no ser por un par de personajes secundarios y una que otra situación especialmente divertida. Estamos frente a una cinta que enfoca sus fuerzas plenamente en el planeamiento y ejecución del robo, aunque no consiga hacer del todo bien la tarea.
    Numerosos son los garbosos cameos que desfilan por esta pasarela audiovisual, bien sea pertenecientes al mundo ficcional o de la farándula americana. Resulta confuso e inverosímil comprender en qué espacio se desarrolla, pues según lo que proyecta, se despliega en nuestro mundo pero con importantes cambios, pues por obvias razones ninguna de las actrices se interpreta a sí misma, siquiera Anne Hathaway con un rol que abría esa posibilidad, optando únicamente por aumentar sus costos de producción exhibiendo celebridades de gran nombre como Heidi Klum, Kim Kardashian, Common o Katie Holmes.
    No es posible refutar que es un pasatiempo grato, como filme independiente funciona a medias y como spin-off de una apreciada trilogía no llena las expectativas en cuanto propuesta. Se vuelve a situar como centro de mesa un ambicioso hurto, solo adicionando a la ecuación muchos más mecanismos ultramodernos y una localización que respira ese aire donairoso con el que Ross quería empapar su historia. Mantiene un ritmo estable gracias al rol que ejecuta cada personaje, maneja medianamente bien la candencia narrativa en la secuencia del robo y no gasta nada tiempo intentando ser algo que no podrá, las resoluciones son acertadas, secas y concisas y al final, uno termina por ceder ante sus movimientos divertidos pero escasamente propios comparándola con otro de los más polémicos largometrajes que pusieron el debate sobre la mesa: el reboot de “Ghostbusters.” Hay diligencia en la exposición y cada personaje femenino ejecuta de cierta manera el mismo rol de su homologo de la original, unas sobresalen más que otras por las situaciones y el tiempo que se les dedica para, en ultimas, demuestra que no ha sido todo, no es igual de glamurosa en todos sus componentes, pero el garbo desplegando la trama y la excesiva fidelidad hacen de este un relato aceptable, pasajero, una tarde de cine sin martirios.
    Aunque cueste creerlo, el personaje con mejor diseño y exposición es el de Sandra Bullock, hermana de Danny Ocean. A kilómetros de prisión y con veinte cuatro dólares en su poder, Debbie Ocean puede obtener lo que desee, sacar a relucir su sangre robando un almacén de cosméticos, hospedándose en un costoso hotel cinco estrellas, ser lo que ella es y por lo que ha sido y será reconocida. Una badass antiheroína que organiza la operación y la historia con seductora habilidad y arrogante carisma para entablar una buena conexión con la audiencia, ella es la cabecilla y su carácter rígido y calculador direcciona con perspicacia el plan. Bullock usa todas sus armas en esta ocasión pues hace ya un largo tiempo que no se le veía en un rol protagónico, ahora, regresa con una potencia aceptable y no olvida el talento por el que ha sido reconocida a lo largo de su carrera. Es curioso destacar que ya ha protagonizado una cinta junto a su gran amigo George Clooney, esta vez, recibiendo el testigo en uno de sus papeles más icónicos fortalece ese lazo profesional y personal que es perceptible en sus ficciones.
    Anne Hathaway le sigue en importancia argumental con su volátil y competitiva estrella Daphne Kluger. Luce bastante cómoda parodiando la superficialidad de la fama y la fortuna y gracias al pequeño giro de tuerca que recibe, en último momento, le permite llegar un poco más lejos como personaje, aun si eso signifique ser la pieza faltante. Helena Bonham Carter es la última que consigue un desarrollo y tratamiento digno de discusión, pese a que obviamente se limita a ser un papel de soporte dentro del clan, también se le ve completamente satisfecha en el papel de Rose Weil, una excéntrica diseñadora de modas en bancarrota que bien podría haber salido de algún mundo de Tim Burton. De alguna manera, en ella recae la poca comedia, su personalidad extravagante y resurgente le permite trastocar un poco el thriller preponderante de la película, especial y específicamente con una escena en donde se involucran unas gafas de análisis 3D. El resto de personajes son de mero, mero apoyo argumental que no exigen el mismo cuidado y atención que las anteriores: Awkwafina como Constance, otro de los pequeños pedestales cómicos; Sarah Paulson como Tammy, una madre soltera traficante de electrodomésticos; Rihanna como Nine Ball, una experimentada hacker de no muy buenos modales y Mindy Kaling como Amita, una experta en diamantes; es disfrutable ver como se relacionan las poco fundamentadas pero entretenidas actuaciones de este coral elenco. Pero aún falta una, una con un triste desenlace. Es inaceptable como alguien puede derrochar a Cate Blanchett, que aunque al final sirve de punto clave y a la vez de quiebre en el proceso narrativo, es apartada espantosamente pues tiene muy poco tiempo en pantalla como Lou, la fiel escudera de la protagonista. Nunca se sabe nada más allá de lo que proyecta literalmente en pantalla de este prometedor y atrayente personaje, y aun así no fuera de este modo, Blanchett siempre será una fortaleza en cualquiera de los proyectos que elija, aquí, se queda en un estilosa dama a la David Bowie con su peluca rubia y sus oufits alienígenas.
    La cinematografia de Eigil Bryld da la ilusión reiteradamente de ser una especie de anuncio publicitario alargado de museos, tiendas y ciudades, ya que hay desmesurado material enfocándose en cuadros, pinturas, esculturas y edificios, descuidando la puesta en escena de la historia central por intentar dar un contexto supuestamente copetudo. Hay glamour y estilo de sobra en la ejecución del filme, especialmente en determinados vestuarios diseñados para la recreación del MET— atención a ese salón con las reliquias y la joyería de la realeza sostenido sobre una fosa, un setting particularmente hermoso, —sin embargo, teniendo en cuenta las excéntricas oportunidades que se podrían exponer en el evento de gala más importante de América con un tema lo suficientemente diferente, nunca se explota ese gran potencial pues no se exhiben diseños con las cotas esperadas. Los ángulos son bastante específicos y los movimientos de cámara terminan siendo más llamativos que propositivos, para la muestra la escena de apertura y clausura, fabuloso como se juega con el punto de enfoque y como abordan al personaje en cuestión. No hay una paleta de colores especifica en el metraje, el departamento de arte decide seguir la personalidad de cada personaje o las características de ciertos lugares con sencillez para crear cada atmosfera, un resultado bienvenido que no logra trascender más allá de lo habitual, ni siquiera con el personaje de Hathaway o el de Bonham Carter. La edición de Juliette Welfling extrae demasiado de la fuente de inspiración, con pantallas divisoras, los emblemáticos cambios de escenas, el intercalamiento de situaciones y las acostumbradas introducciones los personajes y props a través de distintas pero sencillas técnicas visuales, este spin-off debilita sus posibilidades demostrando una grave falta de personalidad e imaginación propia concibiendo una no tan inventiva emulación. No existe homenaje cuando se abusa de las ideas del homenajeado. El soundtrack de Daniel Pemberton respeta las melodías de la original y pese a que emplea algunas en su score lo hace con pequeñas variaciones que encajan bien mientras las composiciones propias resaltan las escenas gracias al ritmo y candencia característicos de las heist movies más tradicionales, no hay refutación en que Pemberton hizo un gran trabajo para esta cinta.
    Es increíble el abusivo product placement a lo largo de la película. Mientras el filme original servía de gancho publicitario para muchos de los casinos de La Ciudad del Pecado, el filme de Ross atropella con multitud de marcas, desde Whirlpool hasta Subway, desde Dolce & Gabbana hasta Coca Cola, desde Epson hasta BMW. Una sobrecarga personalmente cansina de marketing ajeno que sobrepasa los límites de lo tolerable.
    “Ocean’s 8” de Gary Ross es una entretenida, difícilmente novedosa cinta de robos protagonizada por una elenco de estrellas femeninas que hubiera funcionado mejor como cinta independiente, no obstante, al calificarla como un spin-off de la trilogía de Steven Soderbergh dilata el abusivo uso de las herramientas que en esa época resultaban atractivas pero que hoy simplemente no terminan de complacer. Las actuaciones son deleitantes aún con el maltratado material que se les encarga, el guion es lacónico y directo en sus propósitos y ligero en la ejecución de los mismos, la dirección de Ross consigue levanta un filme veraniego medianamente glamuroso que satisface al público menos exigente que escapa de los litigantes rayos del sol. Sí Warner Bros. tiene en mente edificar una nueva franquicia sobre estas capaces Ocean’s ,debe reorganizar el esquema e implementar nuevos y diferentes movimientos para crear su propio universo criminal, no uno que vive bajo la sombra del Danny Ocean de Clooney.
    cine
    Un visitante
    5,0
    Publicada el 13 de julio de 2018
    Muy buena película, la recomiendo. Además del trama, buenas actrices que hacen de la película todavía mejor.
    Lorena Lara
    Lorena Lara

    14 usuarios 16 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 20 de julio de 2018
    La he disfrutado mucho, muy recomendable para todo el mundo, muy entretenida, no decae el ritmo en ningún momento, risas, cameos VIP por doquier,... y un plan currado (5años, jejeje)
    Dorian D.
    Dorian D.

    2.457 usuarios 111 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 16 de noviembre de 2018
    Película es la continuación de la trilogía de Ocean. Esta nueva versión es bastante, un tres bello reparto y un robo con efracción super.
    cine
    Un visitante
    3,5
    Publicada el 27 de junio de 2018
    Me a gustado esta version solo con chicas. Me a parecido muy entretenida como la antecesora, la historia esta bien.

    La peli empieza cuando Sandra Bullock sale de la carcel, se junta con Catte Blanch y las dos decicen robar un collar a Anne Hataway, para ello forman un equipo con Rihanna, Helena Bon Carter, Sara paulson y otras 3 chicas mas que no conozco. Y la trama trata de como preparan el robo, como salen sin que nadie se de cuenta spoiler: El final queda abierto para hacer la segunda y la tercera, espero que ocurra
    cine
    Un visitante
    5,0
    Publicada el 11 de junio de 2018
    Espectacular película, buenos personajes, excelente guión, magnifica forma de envolver hasta el cineasta... Simplemente me encanto...!!
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