"Verónica" es un efectivo thriller de terror sobrenatural, a cargo de Paco Plaza y protagonizado por Sandra Escacena. Verónica es una adolescente que debe dividir su tiempo entre la escuela y cuidar a sus tres hermanos pequeños, ya que su madre viuda se dedica todo el día al restaurante que regenta. Un día, sin embargo, por curiosidad jugará mortalmente a la ouija con dos de sus amigas para tratar de entrar en contacto con su fallecido padre. Luego del éxito transversal y evidente desgaste de la Saga "REC" (2007-2012), y mantenerse alejado de la dirección por casi 5 años, ejerciendo sólo como productor del film "Requisitos Para Ser Una Persona Normal" (2014), Paco Plaza regresaría con la interesante y destacable "Verónica" (2017), thriller sobrenatural basado en un caso real de posesión demoníaca conocido como el "Expediente Vallecas", ocurrido en 1992 y que provocó gran conmoción en España, uno de los casos de fenómenos paranormales más famosos en el país europeo. De esta forma, Plaza explorará las posibilidades del relato demoníaco y el morbo del contacto con seres malignos atrapados en alguna dimensión que sólo buscan apoderarse del cuerpo de alguien y cobrar así vida.
La pesadilla había comenzado en realidad en 1991, cuando la joven Estefanía Gutierrez Lázaro había comenzado a interesarse por el ocultismo. En una cesión espiritista con la ouija junto a unas amigas, terminará supuestamente por invocar al espíritu del ex novio motociclista fallecido de una de ellas, siendo sorprendidas por la profesora en el colegio. Ésta, ofuscada por el descubrimiento, destruirá el tablero y con ello condenaría a Estefanía a comenzar a sufrir una serie de convulsiones y alucionaciones, además de un insoportable acoso visual y auditivo. Superada por estos fenómenos, la muchacha finalmente cae internada en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y fallece en extrañas circunstancias. Sin embargo, el acoso diabólico no cesa ahí, ya que, tras la muerte de la joven, nuevos y espeluznantes sucesos ocurren a la familia Gutierrez, reflejado en movimientos de crucifijos, un fuerte olor a podrido, una mancha de color marrón que se apodera de los muebles y una figura oscura omnipresente que los acosa constantemente. A pesar de que la policía se constituyó en el lugar y dejó constancia de los hechos, jamás se le pudo encontrar una explicación lógica y coherente.
Inspirado notablemente por este caso, Paco Plaza y su guionista Fernando Navarro elaboraran una impresionante y conmoveda historia dramática que, si bien tiene como mayor foco de interés la presencia de entes diabólicos liberados irresponsablemente por un trío de adolescentes, tendrá su mayor plusvalía en el tratamiento emocional de su protagonista, la joven Verónica y su difícil adolescencia. La muchacha no solamente debe llevar las complicaciones emocionales y psicológicas propias de su edad, la pérdida de su padre que falleció hace poco tiempo, sino también las complicadas relaciones escolares, en donde pasará de la amistad y la confianza a la decepción e incluso el bullying con sus amigas y compañeras de escuela. Un periodo en donde es muy fácil decepcionarse y sucumbir a la fragilidad de las emociones, y donde Verónica prácticamente se encuentra sola. Sin embargo, y más aún Verónica se verá obligada a asumir un rol materno respecto a sus dos hermanos pequeños ante la ausencia de la madre, que no logra superar la pérdida de su esposo y prefiere esconderse y buscar refugio en su restaurante, dejando literalmente abandonados a sus hijos con la excusa de la manutención. Sola, ignorada y lo que es peor, abandonada por su madre, la muchacha explorará caminos equivocados que la llevarán a perderse más y enfrentarse a fuerzas sobrenaturales malignas que están dispuestas a poseerla y destruir lo que más ama, a sus hermanos pequeños. En su desesperación, Verónica continuará cometiendo errores que terminarán exponiéndola irremediablemente a estas fuerzas, en donde tendrá que decidir si enfrentarlas para proteger a sus hermanos o esperar que su madre reaccione y se de cuenta del embrollo.
Y es que si bien "Verónica" (2017) contiene a priori todos aquellos elementos estereotipados de lo que es el juego con la ouija (adolescentes irresponsables, interés en lo oculto y manifestaciones paranormales diabólicas) jugará sus mejores cartas abordando la dimensión humana de la posesión, explorando de forma inteligente las relaciones familiares de padres e hijos, intensificadas con la decisión del cambio de relación entre la protagonista adolescente y el espíritu al que inicialmente planea invocar, su padre, y que termina siendo en realidad un espíritu diabólico altamente agresivo. Este cambio permite sostener y sustentar más fuerte la necesidad de la muchacha de contactar a su padre fallecido, por sobre el hecho original que inspira el guión, el de contactar al novio fallecido de una de las amigas que juegan a la ouija. Otro de los elementos interesantes del film es el estilístico y efectivo uso de efectos especiales, que están al servicio de la trama y no al revés. Plaza inserta efectivamente no sólo estos efectos en los momentos claves de tensión, sino que además se da el lujo de hacerlo de una forma elegante y para nada burda, haciendo que esta experiencia paranormal se transforme en un testimonio de posesión de primera fuente. El espectador inevitablemente terminará por sentirse conmovido por la pesadilla de la joven e incómodo por las extrañas manifestaciones a las cuales debe enfrentar en soledad, que aumentan en intensidad y trascendencia para ellas, ante la tardía reacción de la madre.
El director introduce la música del grupo español Heroes del Silencio para configurar y detallar los aspectos más intimistas de Verónica, agrupación de culto del rock hispanoamericano cuyas letras definen claramente las sensiones y sentimientos de la joven. En cierta medida, se convierten en el único pilar emocional para ella ante la irritante indiferencia de la madre, ya que logra identificarse con sus letras y se convierten en una forma de expresión. "Verónica" (2017) fue un gran éxito en España y la crítica la alabó como una de las mejores películas de terror hispanas de los últimos años. Fue nominada a 7 premios Goya (Mejor película, dirección, actriz revelación, efectos especiales, guión original, música original y sonido) ganando el premio al mejor sonido. El Círculo de Escritores Cinematográficos la premió en las categorías de actriz revelación y mejor montaje, además de nominarla a mejor guión original y mejor música. También fue nominada en seis categorías en los Premios Feroz, incluyendo mejor película dramática, dirección, actriz protagonista, guión, música original y trailer.
Las actuaciones son correctas, contó con un reparto esencialmente juvenil y desconocido, debutante de hecho, conformado por Bruna González, Claudia Placer e Iván Chavero, pero donde resalta absolutamente Sandra Escacena, quien encarna a Verónica. Con una interesante variedad de registros y una personalidad segura. La actriz no defrauda a la hora de asumir prácticamente el protagonismo completo de la cinta, lo que le valió ser nominada a los Goya a la mejor actriz debutante. Fue premiada en el Festival Cinepocalypse y Medallas del CEC como mejor actriz revelación. Por su parte, las experimentadas actrices Ana Torrent y Consuelo Trujillo, personificaron a Ana, la madre de Verónica y la “Hermana Muerte”, la anciana religiosa ciega que intenta guiar a Verónica para cerrar el círculo que abrió.
En definitiva, interesante y efectivo drama con marcados tintes de thriller sobrenatural, que explora la soledad e indiferencia paternal con que muchos jóvenes deben vivir a diario, y que en el caso puntual de este film, basado en hechos reales, se traduce en el enfrentamiento con fuerzas malignas desconocidas que están ahí afuera.
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