Crítica de SensaCine.com para American Psycho: Yuppies asesinos

Desde su primera novela, "Menos que cero", adaptada al cine en 'Golpe al sueño americano', Bret Easton Ellis se ha interesado por radiografiar algunas de las miserias que se encuentran bajo las más estilizadas capas sociales de su país. Su estilo literario nace del realismo social de los ochenta para ir evolucionando hacia otro tipo de realismo mucho más exacerbado, brutal, colindante entre la provocación más pura y el artefacto más vacuo. En cualquier caso, sus obras nunca dejan indiferente, al menos las primeras. Con "American Psycho", su tercera novela, daba un paso hacia delante. El título era significativo, el estilo abrumador, la estructuración magnífica, el contenido provocador y las descripciones de la violencia apenas soportables. Pero una obra tan extrema solo puede producir reacciones encontradas y Easton Ellis fue a partir de entonces tan vilipendiado como aplaudido.

La adaptación por parte de Mary Harron (curioso que fuera una mujer: tanto la novela como el escritor fueron atacados por su misoginia) estaba llamada también a posicionarse de manera extrema entre quienes la vieran como una buena adaptación y quienes no lo hicieran. Evidentemente, no era una novela sencilla de adaptar, no al menos en su crudeza. La película de Harron es violenta pero no llega a los niveles de la novela (ni falta que hace). Pierde innumerables matices para contextualizar la historia y al personaje, aunque consigue transmitir sin problema la época. Todo está tan estilizado como nos lo imaginamos al leer la novela, pero falta algo de transgresión en las imágenes: es como si fueran lo que esperamos que fueran y eso al final ocasiona que se pierda la sorpresa. Christian Bale está magnífico en el papel, pero acaba resultado demasiado el personaje: la construcción es tan buena que acaba por dotarle de una forma casi caricaturesca. Pero a pesar de todo, 'American Psycho' funciona aunque presente un desequilibrio considerable y le falte, curiosamente, más nervio. Quizá su frialdad busque que el espectador mantenga una distancia apropiada con respecto a lo que narra la película o se utilice para no caer en lo desmesurado, pero lo cierto es que al final todo es tan hierático como el propio personaje de Bateman. Quizá sea por eso...

A favor: Bale, la música de Cale y el propio proyecto, arriesgado.

En contra: Que a pesar de la dificultad que entrañaba la adaptación, podría haber dado más de sí.