Amy descubre que su tía le ha dejado en herencia la mitad de su pastelería, y para su sorpresa, la otra mitad se la ha dejado a Jack, su amor de juventud. Ahora están obligados a trabajar juntos para mantener el negocio vivo, y tendrán que enfrentarse a viejos sentimientos, diferencias y recuerdos que aparecen entre recetas, masas y decisiones laborales.
Mientras la pastelería se convierte en un punto de encuentro entre el pasado y el presente, Amy y Jack tienen que decidir si esta inesperada herencia es un desafío o una nueva oportunidad.