Tom Jones

En la Inglaterra del S.XIX, Tom Jones (Albert Finney) es un hijo ilegítimo. Su madre, una pobre mujer que no podía mantenerlo, se vio obligada a abandonarlo. Tom fue acogido y criado por el señor Allworthy, el propietario de la mayor hacienda de la comarca, y creció con el amor del que consideraba su padre. Acostumbrado a conseguir todo lo que deseaba, ya sean mujeres o lujos, Tom no podía pedir nada más a la vida, y nunca se sintió avergonzado por su condición de "bastardo". Hasta que se cruza en su vida Sophie Western (Susannah York), su vecina.

Irremediablemente enamorado de la encantadora joven, Tom intenta un acercamiento con ella, pero pronto entiende que debido a su origen de hijo ilegítimo nunca será aceptado por la familia de Susannah. Por si fuera poco, el sobrino del señor Allworthy, un joven celoso y ambicioso con el que Tom nunca se ha llevado bien, abandona la casa, dejando a la familia sin un heredero.