Gracias por el chocolate

Mika Muller (Isabelle Huppert) es, además de la directora general de Chocolates Muller, la aparentemente encantadora pero intrigante mujer del pianista clásico André Polonski (Jacques Dutronc). Ambos se acaban de casar por segunda vez y viven en Suiza con el hijo de André, Guillaume (Rodolphe Pauly). Cuando una joven llamada Jeanne Pollet (Anna Mouglalis) llega a su casa, varios secretos oscuros del pasado comienzan a emerger. Jeanne es una joven pianista que se está preparando para entrar en el conservatorio y que cree que el día de su nacimiento la enfermera cambió las pulseras de dos bebés y que en realidad es hija de André Polonski. Intentando descubrir sus orígenes y un buen maestro, Jeanne aparece de la nada en su casa y André se ofrece a darle clases de piano para ayudarla en su examen. Jeanne se acerca tanto a André que descubre que Mila podría estar drogando a su hijastro con Rohypnol y que, además, ésta podría haber matado a su segunda esposa Lisbeth, quien falleció en un accidente de coche.