El borracho

Henry Chinaski (Mickey Rourke) es un joven poeta y escritor alcohólico que pasa su vida en los bares de Los Ángeles. Henry nunca se preocupó por cumplir los requisitos del “sueño americano”, por el hecho de tener que ser “alguien” y encajar en un sistema que odia. Por el contrario, éste se pasa los días bebiendo y escuchando la radio. Un día conoce a Wanda Wilcox (Faye Dunaway), una bella alcohólica de la que se enamora. Un día Henry recibe la visita de una agente literaria llamada Tully Sorenson (Alice Krige), quien inmediatamente se interesa por el autor alcohólico, orgulloso e inflexible y su desastroso estilo de vida. Tully publicará algunos de los poemas y cuentos de Henry, lo que le traerá una breve época de fama y fortuna. Ella ve algo especial en Henry e incluso se ha enamorado de él. Sin embargo, Henry y Wanda tienen un solo objetivo real en la vida: beber para adormecer el dolor que sienten fuera de los bares de Los Ángeles.