The Brutalist
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Faramir
Faramir

10 usuarios 65 críticas Sigue sus publicaciones

3,0
Publicada el 24 de noviembre de 2025
Es la típica película que está bien pero no volvería a ver. Es un drama, estilo biotopic, me gustó más el pianista del mismo actor. Es una película para verla con calma si no tienes nada mejor que ver. En general estuvo bien, sin más.
Nicolás Díaz Rivas
Nicolás Díaz Rivas

48 usuarios 283 críticas Sigue sus publicaciones

3,5
Publicada el 1 de octubre de 2025
Enmienda al sueño americano
Los dramas épicos de época ya no están de moda, pero siempre hay alguien dispuesto a resucitarlos… aunque sea a golpe de tres horas y media de metraje. Esta mastodóntica reflexión sobre la amargura del sueño americano es tan solemne como incómoda, y tan pesada que uno acaba preguntándose si no habría funcionado mejor como una miniserie de sobremesa. La obsesión del autor por alcanzar la trascendencia termina aplastando a su propia obra, que naufraga bajo el peso de sus pretensiones. El resultado: un viaje fílmico rotundo, sí, pero que deja al espectador exhausto y con la sensación de haber asistido a una penitencia más que a una película.
Martin Oaks
Martin Oaks

158 usuarios 202 críticas Sigue sus publicaciones

2,5
Publicada el 14 de septiembre de 2025
Un “brutalista” es alguien que sigue el estilo arquitectónico del Brutalismo, caracterizado por el uso de hormigón crudo, formas geométricas audaces y cierta honestidad estructural. Este movimiento, surgido en los años 50, prioriza la funcionalidad, la robuztez y la sencillez por encima de la floritura.

Pues bien, la película cuenta la historia del arquitecto brutalista judío-húngaro László Tóth (Adrien Brody) traumatizado por el Holocausto, y que llega en solitario a la Pensilvania de la posguerra. Su intención es reconstruir su vida y, sobre todo, traer a Estados Unidos a su esposa Erzsébet (Felicity Jones, lo mejor de toda la película), retenida en una frontera europea. Mientras László lucha contra la pobreza y el antisemitismo, incluso el de su propio primo y la esposa de éste, que durante un tiempo lo acogen miserablemente en un almacén sucio y desatendido antes de mandarlo a paseo, su obsesión con el trabajo lo impulsa a seguir adelante pese a la adversidad.

Su talento con la reforma de una biblioteca atrae la atención de un poderoso magnate, Harrison Lee Van Buren (Guy Pearce), que le encarga un proyecto que podría catapultarlo de nuevo a una fama que ya conoció en la Hungría de la preguerra. A lo largo de tres décadas, László se enfrenta a la corrupción, a los dolorosos sacrificios personales y a la desesperada búsqueda por la reunificación familiar.

“The Brutalist” explora la ambición, el trauma y la lucha de un hombre por encontrar un lugar en un mundo que lo rechaza por su procedencia. Tres horas y media de un relato que se desmorona bajo el peso de su propia solemnidad. Brady Corbet se deleita en un estilo frío y opresivo que acaba agotando emocionalmente a cualquiera. La grandiosidad y deliciosa técnica cinematográfica expuesta no consigue compensar la falta de calidez humana y personalidad de los protagonistas.
Elvis Del Valle
Elvis Del Valle

232 usuarios 691 críticas Sigue sus publicaciones

5,0
Publicada el 30 de mayo de 2025
Ganadora de tres estatuillas en los Oscars 2025, The Brutalist es una epopeya que sigue el ejemplo de Oppenheimer al estar desarrollada con estilo cinematográfico que remonta al Hollywood clásico y al cine clásico europeo. Esta obra cinematográfica retoma un formato teatral que había sido usado en varias obras como Ben-Hur o 2001: A Space Odyssey. Consiste en un prólogo y epílogo, se divide en dos partes y la mitad de la película se toma una pausa con un pequeño intervalo que hace años se había dejado de usar en las películas. No se puede negar que su producción es admirable por la calidad de la fotografía, los planos y algunas secuencias estilo documental. Esta película es una de las pocas que logra revivir el lado artístico que caracterizo a muchas obras épicas del cine clásico. A pesar de durar más de tres horas y contar con bastantes diálogos, la película es bastante fluida al punto que no llega a sentirse pesada. Su argumento es algo que se pudo haber resumido fácilmente en una película de dos horas o menos, pero Brady Corbet quiso desarrollar la trama para que pudiera tener profundidad. Este director ha tenido experiencia en el género dramático a lo largo de su carrera desde que debuto como actor en Thirteen y Mysterious Skin. La narrativa logra fluir bastante por medio de las imágenes y la atmosfera para poder adentrarse en la psicología de László y conectar fácilmente con él. Puede que parezca difícil por su tiempo de duración, pero su trama es realmente sencilla y fácil de entender.

Mientras el prólogo nos introduce la llegada de László a los Estados Unidos, la primera parte nos va mostrando su instalación en el país y la oportunidad que tiene de comenzar un nuevo capítulo con la oferta de Harrison Van Buren. Debido al talento de Lázló como arquitecto, tiene la oportunidad de alcanzar un nuevo éxito con la construcción de un centro comunitario. Con la ayuda de Van Brun, László llega incluso a tener la oportunidad de reunirse con su esposa y sobrina. En la segunda parte las cosas cambian cuando al fin László se reúne con Erzsébet y Zsófia. Aquí es donde comienza la caída de László con la enfermedad que sufre Erzsébet, la involucración de otro arquitecto y un incidente que detiene la construcción hasta que tiempo más tarde Lászlo vuelve a tener otra oportunidad. En este punto las cosas empeoran más por una situación incómoda en la que László es la víctima y eso lo afecta psicológicamente. En esta parte Lászlo se comporta de una manera más agresiva y egocéntrica por su deseo de terminar su más grande obra que pueda sacarlo de su miseria. Debido a sus traumas por la guerra, sus adicciones a la heroína y la experiencia que sufre en Carrara, el enfoque de la película se torna más sombría y refleja el declive mental de László. El centro comunitario en construcción incluso se vuelve un reflejo de las emociones negativas de László. La película logra incluso demostrar que la arquitectura puede reflejar la visión y los sentimientos del arquitecto como en el arte. La arquitectura siempre ha tenido su lado artístico y eso hace que cumpla un rol en la cultura. En el cine se nota bastante debido a como la construcción de los escenarios contribuyen a la atmosfera y el estado mental de los personajes. The Brutalist refleja eso muy bien cuando en la primera parte la construcción del centro comunitario luce más optimista mientras en la segunda parte se torna más pesimista. La narrativa y el aspecto visual logran convivir muy bien y la película cumple los estándares para ser una gran obra cinematográfica. Aunque se trata de una obra de ficción, su historia se siente muy realista como si todo lo que se está viendo fuera una historia real. Explora los conflictos y el sufrimiento de un sobreviviente del holocausto de la mejor manera que se haya hecho. Adrien Brody ha conseguido formar parte de una película que está a la altura de The Pianist con un mismo nivel de interpretación. Lo fascinante es como la película plasma la idea sobre el sueño americano como algo que ofrece nuevas oportunidades, pero que siempre tiene algo detrás. László se convierte en una representación de los inmigrantes que han buscado el sueño americano, pero se encuentran con la decepción. Él recibe una oportunidad única por parte del millonario Van Buren, pero las cosas se tornan sórdidas.

The Brutalist logra ser una excelente película con un buen argumento y buen desarrollo. Cuando parece que algo falta, es resuelto tiempo después. La única cosa que esta película deja como un enigma sin resolver es la desaparición de Harrison Van Buren. Aquí pueden surgir distintas hipótesis como que se quitó la vida o huyo. La primera hipótesis sería la más acertada debido a que al final de la segunda parte uno de los oficiales que lo están buscando dice haber encontrado algo. Lo más probable es que se trate del cuerpo de Harrison Van Buren y la película prefirió no mostrarlo solo para jugar con la imaginación del espectador. Desde el lado artístico, la película tomó buenas decisiones y la producción también es excelente en todos los aspectos. La fotografía, el vestuario, la edición, la iluminación, la banda sonora, todo está perfecto. The Brutalist era digna de triunfar en los Oscars 2025, pues al igual que Nosferatu, The Substance y The Wild Robot supera a las ganadoras Flow, Conclave, Emilia Pérez y Anora. Si Oppenheimer pudo revivir el arte de la cinematografía clásica, The Brutalist pudo hacerlo también y de una mejor manera. Esta es la clase de película que es necesaria en el mundo del cine y eso es algo difícil en una generación que sufre de déficit de atención debido a la influencia de las redes sociales. Cualquiera con el suficiente intelecto puede darse cuenta de ello y si alguien comenta lo contrario creyendo saber de cine, pues la realidad es que Internet está repleto de charlatanes. Es un hecho innegable que The Brutalist es una gran obra cinematográfica que es digna de ser considerada un clásico instantáneo. Mi calificación final para esta película es un 10/10.
FRANCISCO VILLAESCUSA CRIADO
FRANCISCO VILLAESCUSA CRIADO

815 usuarios 307 críticas Sigue sus publicaciones

3,0
Publicada el 22 de mayo de 2025
Película USA de , de una duración de 215 minutos, con una valoración de 6/10, bajo dirección de Brandy Corbet y Guión de Mona Corbet, con un presupuesto de 9'6 millones de dollars.

Un falso Biopic de Laszlo Toth (geólogo) ante una imaginativa narrativa que nos adentra en la vida de un arquitecto húngaro-judío que huye a Pensilvania Estados Unidos después de escapar al Holocausto, luchando por el sueño americano y la jaula de sus traumas y adicciones. La película, dirigida por Brady Corbet, utiliza la arquitectura brutalista como metáfora de los conflictos internos y la búsqueda de la identidad del personaje principal. El eje del protagonista se centra en la relación con el empresario millonario Harrison Lee Van Buren (ficticio) y la construcción de un centro comunitario multiusos, así como la sentimentalidad con su esposa Erzsele.

Pero realmente si por algo es conocido Laszlo Toth mundialmente, es por ser un loco que intentó destruir La piedad de Miguel Ángel gritando que Jesucristo como hijo de Dios no tenía madre, en .
Brady Corbet completa un desmedido fresco con aspecto de trabajo aceptable del fracaso que nos sitúa en la piel de un arquitecto.
La persecución de los judíos, la supervivencia en un campo de concentración nazi, la épica de construirse una nueva vida, la dificultad de la creación, el sueño americano, el amor verdadero, la perseverancia, los ideales, la depravación sexual, una relación profesional esclavista, el viaje a Italia, la construcción de la modernidad, es decir, la reconstrucción del mundo, la capacidad transformadora del arte, el poder de las publicaciones, la salvación y lastre de la familia, la necesidad de reconocimiento, y la denuncia de la violación final ¿que es batiburrillo imaginativo que nada explica, o un buen trabajo que nos construye un cuento?

Hay que pertrecharse para 3 horas 35 minutos ante un metraje. En la que se empieza, en esta manía de la oscuridad que va en contra del streaming donde acabara.
Hay algunos planos, pocos, que llaman la atención, pero los estropea probablemente la falta de calidad de la banda sonora ante una película de épica y arquitectura, que intenta jugar con la sensibilidad artística.
Perturbadora e incómoda, no por la historia, que no es especialmente llamativa, sino por sus planos extraños, sin duda originales, pero sobre todo eso: extraños. Hay efectivamente un tono siniestro, gris, triste. Y también efectivamente no hay espectacularidad ni épica ni poesía. No obstante el valor artístico del brutalismo es mostrar la majestuosidad y la fuerza del cemento sin ocultar su naturaleza, por lo que delicadeza no es. Es una historia básicamente triste; y muy lenta; sombría; por momentos absurda; inconexa y veces exageradas.

Queda claro que la segunda mitad es más floja. Es más tostón, aún, lo que te puede llevar a sensación de perdida de tiempo ante lo que te cuenta, en un circunloquio cinematográfico. Y no entiendo muy bien todo lo que ha llegado a ganar, y la perspectiva que ha creado en su emisión.

Muy buena interpretación de Adrien Brody como Toth, tras el pianista y una travesía regulona. En este filme se resarce en un papel melodramático de fantasmas interiores, en la que lleva perfectamente al personaje a donde se le exige, por lo que demuestra que papeles domina y que igual lo que galardona, también lo encuadra como gran actor.
Javier Climent Blasco
Javier Climent Blasco

78 críticas Sigue sus publicaciones

4,5
Publicada el 6 de mayo de 2025
The Brutalist (2024) - Brady Corbet
Parte 1
Me encuentro escribiendo esto en la intermisión después de una primera parte que me ha volado la cabeza.
Creo que es la primera vez en mi vida que me enfrento a algo así, una obra de unas dimensiones desmesuradas, exponiendo un relato tan brutal como el propio título indica, y aunque no la haya terminado no sabría decirte si va a acabar siendo un problema para la propia obra o algo que le va a favorecer. Ya que de normal, todas las películas de estas duraciones, acaban teniendo problemas.
La película abre con una escena que me ha puesto la piel de gallina, la llegada a América, con un plano secuencia asfixiante y una música que prácticamente parecen golpes a un bombo y que resuena durante todo momento mientras su mujer lee la carta que le ha mandado en voz en off. Simplemente cine…
Adrián Brody interpreta a un arquitecto que escapa a la tierra de las oportunidades, Estados Unidos, para comenzar una nueva vida, mientras intenta rescatar a su mujer de la guerra. Este personaje me parece su mejor papel hasta la fecha, a pesar de ser un fiel defensor de su papel en “The Pianist”, pero lo que hace aquí es simplemente inexplicable. OSCAR para este tío yaaaa!!!
Guy Pierce por otra parte hace un rol muy enigmático, un magnate millonario que le propone el retro abismal a Adrien de construir un edificio inigualable tan brutal como indica su título.
Para finalizar con esta parte he de decir que la vista visión le queda que te cagas a la película, además de verla en 70 mm, lo que me está pareciendo una de las mejores experiencias que he tenido en una sala de cine en mi vida.

Parte 2
Creo que es aquí donde empieza a flojear la obra.
He salido ya del cine y aún estoy procesando lo que acabo de ver. La fotografía es absurdamente preciosa y grandiosa a la vez que la música, como ya he hablado antes, pero me gustaría recalcarlo otra vez, porque es sin duda alguna en esta parte donde toma más simbolismo e importancia estas características.
Lo que no me ha gustado ha sido el final, no sé qué me pasa últimamente pero los finales de las películas no me gustan, no lo sé, creo que podrían haberlo hecho de otra manera, me parece un buen final para dar por finalizada la obra, pero a mí no terminado.
Brady Corbet dirige una obra inigualable e impensable en estos tiempos donde el cine Blockbuster domina el mercado del cine, y haber hecho esta pieza repleta de dolor y belleza con tan solo 10 millones de dólares es de auténtico genio.
Considero a The Brutalist como una de las mejores de esta última década, sin duda alguna, y una obra indispensable para todos los amantes del cine. Una película que toma sentido cuando la visualizas sentado desde tu butaca.
Para dar por finalizado esta reseña hablaré de otro cosa que hay y que no he terminado de entender entender…

*Escrito tras su estreno*
Jose Sereno
Jose Sereno

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3,0
Publicada el 17 de mayo de 2025
Es una película muy buena que si le hubiesen recortado algo de tiempo se convertiría en un películón

El Brody pues al pelo sabes, lo hace muy bien, aunque me quedo con el personaje del principio, que es como más rompedor, con el paso de la película se va convirtiendo en uno más, que también forma parte del transcurso de la película, como se va amoldando al medio que le rodea
Luis Alberto Serrano
Luis Alberto Serrano

7 usuarios 45 críticas Sigue sus publicaciones

4,5
Publicada el 17 de marzo de 2025
Solo de pensar el metraje de la película y sabiendo que había un intermedio, se me hacía pesado ver esta película. Es más, si no fuera por ustedes, me la habría saltado de la lista de pelis para ver. Pero no, y lo agradezco. En ningún momento me dieron ganas de que acabara ya. Y eso es mucho decir. Tres horas y media de película, en las que parece que no pasan cosas especialmente relevantes, y me tuvo entretenido todo el tiempo. Ahí le subo la valoración, sin duda.

Se me hacía imprescindible indagar en las razones. Porque me resulta extraño que la soportara y, encima, la disfrutara. Una de ellas se llevó el Óscar. Adrien Brody llena la pantalla. Esta película, con un guaperas de moda, ya les digo yo que no hubiera funcionado. Adrien no es guapo; es más bien tirando a feo y eso le da un plus al personaje. Es un perdedor (o por lo menos eso nos intentan hacer creer). Y los guapos nunca pierden; somos los feos los que tenemos que trabajar el doble para que algo se nos reconozca. Y aquí, la elección del protagonista es uno de los aciertos evidentes. Brody se nos muestra altivo cuando hace falta, pero cargado de la humildad obligatoria que le infringe el ser un inmigrante en Estados Unidos con el cariz de desprecio que ello conlleva. Inteligente y precavido, el personaje da bandazos entre las humillaciones que le imponen y los sueños de creador. Son sutiles los matices, pero el actor los asimila y nos los muestra hasta hacernos partícipes de sus crecimientos y decepciones emocionales. Buen trabajo del director en este aspecto.

Otro de los Óscar, merecido. Yo me decantaba por la fotografía transgresora y muy complejamente elaborada de «Emilia Pérez» (Jacques Audiard, 2024), pero Lol Crawley realiza un trabajo en las antípodas de este. Aquí vemos una realización tradicional. Como para dar una clase de planos académicamente correcta. En ese aspecto, a cada rato me maravillaba más. Nada de protagonismo a los movimientos de cámara ni a querer destacar con planos impresionantes, como el error cometido en «Nickel Boys», en el que la exageración de elementos desvirtúa la historia. Aquí, el protagonista es el personaje y su obra, y todos los planos van diseñados impecablemente para que las dos cosas destaquen. Y, además, sin conseguir aburrir al espectador. Trabajo maestro grabado en Vistavisión de 70mm, como las películas de antes.

El tercer y último Óscar es a la banda sonora. No soy muy experto en ese tema; de hecho, creo que el mayor piropo que se le puede echar a la música en las películas es que ni siquiera reparé en ella. Pasa desapercibida, pero te envuelve en las sensaciones del personaje. Me imagino que esa fue la razón de la estatuilla. Daniel Blumberg, otro novato que acierta a la primera. Merecido.

En otros aspectos de la película diré que todo el elenco sobresale. Destacaré la figura de Guy Pierce, al que no sigo mucho, pero aquí lo borda. Ah, y que el director sea un actor reconvertido me hace pensar que escribió la película sabiendo cómo sacar partido a un personaje. Seguro que se vio a sí mismo haciendo un papel que, desde el guión, es de premios. El guion, sutil, sin grandes giros dramáticos al final, engancha, te mantiene la mente ocupada en tramas sin grandes altibajos. Eso, amigos, es brillante. Le seguiré la pista a este chico.

Para muchos, iba a ser la ganadora de la noche de los Óscar. No salió perdedora, que ya es algo. Pero, como las demás, fue arrasada por el fenómeno «Anora» (Sean Baker, 2024). Mi recomendación es que tienen que ver estas dos películas. De veras.

NOTA: Un curso de cine clásico… le pongo un 9.


Más críticas en: https://luisalbertoserrano.wordpress.com/oscars-2025
Luisma Carrión Collado
Luisma Carrión Collado

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4,0
Publicada el 11 de marzo de 2025
Para mí ha sido la película del año de las que han sido nominadas a los Oscar, ya que es una película que, a pesar de su duración, te mantiene atento duranto toda la película y te das cuenta que, a pesar de estar viendo de principio a fin cómo un arquitecto va a diseñar y crear su obra maestra, que suele ser un tema que si no eres fanático te puede resultar que pueda tratarse de una película lenta y que puedas aburrirte, te quedas todo el rato pendiente de todo lo que pasa, no pierdes detalle de todo lo que va sucediendo. Esto unido a unas brillantes actuaciones, destacando sobre todo a Adrien Brody, que ha ganado el Oscar a mejor actor por dicha actuación, donde interpreta un papel muy complicado y con el que vas a sufrir mucho.
Javier Fernandez Mayo
Javier Fernandez Mayo

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2,0
Publicada el 23 de febrero de 2025
Sobra una hora de película. Tristeza durante toda la película, tanto en la fotografías como el desarrollo.
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