Un final tiene un principio
por Andrea ZamoraEn la casa de Ángela y Antonio hay un sofá del mismo azul que el de los pavos reales que ha convertido una piedra en su pata izquierda. Cuando el mueble llegó al salón del hogar de la pareja estaba entero, pero de eso hace muchos años ya. También muchas risas, muchos llantos, muchas dudas, muchos problemas y muchos besos. El sofá ha sido testigo de la relación de Ángela y Antonio desde, casi, su germen. Helena Taberna convierte al espectador en ese diván en Nosotros, la adaptación de la novela Feliz final de Isaac Rossa.
Antonio y Ángela están en trámites de separación y su ruptura provoca que los dos recuerden toda su historia desde el principio. Así arranca el filme protagonizado por Pablo Molinero y María Vázquez. Una premisa de lo más sencilla que, en manos de Taberna, se convierte en un 'collage' de trozos de una vida, que se mueve del presente al pasado y que juega con las fronteras del lenguaje de la ficción y del documental.
Molinero y Vázquez funcionan muy bien juntos y se funden a la perfección en sus personajes. La historia, aunque atractiva en su forma e interesante en su representación, queda como una anécdota. No hay nada demasiado especial en el filme de Taberna, pero sí tiene a su favor su habilidad de hacer de espejo: es un relato tan real que cualquiera puede verse reflejado en él.
Nosotros es un estudio muy veraz de cómo las relaciones mutan con el tiempo. También un proyecto lleno de rebeldía: rompe con la idealización del amor romántico con la que Hollywood nos lleva atiborrando desde tiempos inmemoriales.