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    Amén
    Críticas
    2,5
    Regular
    Amén

    Revisionismo histórico

    por Israel Paredes

    Desde que en 1965 debutó con Los raíles del crimen, el director griego Constantin Costa-Gravas ha asumido el cine como un mecanismo de denuncia, un vehículo a partir del cual hablar de temas que, de una manera u otra, son relevantes para el momento político/social en el que vive, o bien, han sido importantes en el pasado pero no fueron atendidos. Ya fuese en Francia, en Estados Unidos, o en Argelía (país de producción de Z), Costa-Gravas ha trabajado de una manera similar, atendiendo a esos temas para convertir el cine en algo más que en mero entretenimiento. Sin embargo, con el paso de los años, ha quedado desligado de la realidad cinematográfica, y a penas se le ha prestado atención. Amén, de 2002, se ubica tras el cierto fracaso de Mad City. En ella, el cineasta griego se adentra en la relación entre la Iglesia Católica y el nazismo, es decir, se trata de una película de índole revisionista pero con no pocas resonancias con el presente. Como suele ocurrirle a menudo al cineasta, el tema acaba siendo más relevante e importante que la forma con la que visualiza el mismo, siendo una película tan bien escrita en su guion y tan bien interpretada como visualmente plana en casi todos los aspectos. Aunque narrada con destreza y oficio, Amén se nos antoja como una apuesta necesaria e importante, máxime en tiempos de superficialidad extendida, pero artísticamente sosa y aburrida. Y es que para transmitir algo, se debe de apostar por unos mecanismos visuales más abruptos y trabajados que los de Costa-Gravas. Sin olvidar la tendencia del director, no siempre bien perfilada, de subraya en exceso todo demasiado, como si sintiera temor a que no se le entendiera, anulando en gran medida el alcance del discurso.

    A favor: Los actores y las intenciones, la relevancia de la revisión.

    En contra: La planicie visual.

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