Crítica de SensaCine.com para Septiembre 5: En la sala de control

En uno de esos extraños volantazos que da la vida, la de Geoffrey Mason podría haber terminado en siniestro total el 5 de septiembre de 1972. Sin embargo, lo que sucedió ese día no solo pasó a formar parte de la historia de la televisión, también convirtió a Mason en un héroe inesperado. Durante los Juegos Olímpicos de Múnich, el grupo terrorista palestino Septiembre Negro secuestró a 11 atletas judíos. La tragedia culminó de la peor manera posible: los rehenes y un policía fueron asesinados.

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En las instalaciones de la cadena ABC en Alemania se encontraba Mason, un hombre joven que, en su papel como director de la sala de control de deportes, decidió cubrir en vivo aquel trágico acontecimiento que hoy conocemos como la Masacre de Múnich. De una forma inesperada, pero altamente efectiva, Mason se convierte en el personaje principal de una película. Septiembre 5, dirigida por Tim Fehlbaum, narra los hechos ocurridos hace 53 años, pero manteniéndose completamente dentro de la sala de control donde Mason quedó registrado en los anales de la historia.

Septiembre 5 es un excelente y tenso 'thriller' periodístico que, en sus 94 minutos, mantiene la tensión a su máxima expresión durante todo el metraje. Fehlbaum logra sumergir al espectador en la sala de control, mostrando las decisiones que Mason va tomando a medida que se desarrolla el atentado. La película solo nos lleva al exterior a través de las llamadas telefónicas o el material grabado en vivo. Septiembre 5 no ofrece respiro, pasa de la calma a la taquicardia en segundos, transmitiendo la misma sensación de presión que, seguramente, experimentó el propio Mason ese día.

En Septiembre 5, todo está cuidadosamente equilibrado. La película, que ha sido nominada al Oscar a Mejor guion original, tiene en John Magaro, quien interpreta al protagonista, su pilar central. Con pocos recursos y gran sutileza, Fehlbaum consigue que los personajes secundarios que rodean a Mason tengan una presencia notable, aportando con ellos contexto histórico sobre los eventos que estaban ocurriendo.

Este filme es una de las mejores propuestas para comenzar 2025, no solo como una pieza de entretenimiento, sino también como un valioso testimonio histórico de lo ocurrido hace ya más de cinco décadas durante unos Juegos Olímpicos que, en teoría, debían ayudar a Alemania a superar su pasado nazi. Todo salió al revés. Otro volantazo, pero de los que sí acaban en tragedia.