Mi cuenta
    Los Inmortales II: El desafío
    Críticas
    1,0
    Muy mala
    Los Inmortales II: El desafío

    Secuela incomprendida, pero igualmente nefasta

    por Nestor Hidalgo

    Defenestrada sin piedad por todos los seguidores de la original 'Los inmortales' (1986), esta secuela directa, de nuevo dirigida por el controvertido Russell Mulcahy (un director amamantado por la televisión y los vídeos musicales cuya ambición visual no siempre está a la altura de sus capacidades técnicas inmediatas), carga con el estigma de ser una de las segundas partes más odiadas del Hollywood moderno. No obstante, en opinión de este crítico no existe una diferencia de calidades tan rotunda entre la primera y segunda películas de la saga, más allá de que la original se inscribiera más claramente en el terreno de la fantasía heroica y la que nos ocupa sea un batiburrillo de ciencia-ficción distópica de saldo. Pero es que la base no era tan respetable como la construcción del mito ha llevado a pensar.

    Christopher Lambert vuelve a interpretar al escocés inmortal Connor MacLeod, esta vez en un futuro que parece inspirado por el sueño febril de una digestión pesada de 'Blade Runner'. Desde allí se enfrenta a nuevos enemigos y propicia el milagroso regreso de su amigo Ramírez (Sean Connery) en uno de los desarrollos argumentales más caóticos de la historia del blockbuster. Aquejada por una persistente resaca ochentera (los ambientes metálicos, el villano desfasadísimo de Michael Ironside, los aerodeslizadores de 'Regreso al futuro II', el peinado de Virginia Madsen...), es posible que todos sus excesos funcionan menos como fuente de entretenimiento que como curiosidad arqueológica para, irónicamente, un lejano futuro.

    A favor: Sean Connery comprándose un traje y completamente instalado en la autoparodia.

    En contra: Una cosa es cierta: se trata de un sindios narrativo.

    ¿Quieres leer más críticas?

    Comentarios

    Back to Top