Difícil trabajo va a ser escribir está crítica. Empezaré posicionándome en que me gustó, bastante; quizás por lo que me fue sorprendiendo a lo largo de la misma. Pero esta es de las películas que no tiene términos medios o te encanta o la odias. Es dura, radical de conceptos y eso, tiene sus daños colaterales. Pero una cosa si tendrán que decir todos. Es diferente (aunque cada uno vea unas diferencias distintas). A los que no les gustó y escriben auténticas barbaridades sobre ella, tendrán que reconocer que les empujó a posicionarse. En contra, pero a posicionarse. De eso va esta película.
Ya escribí, el otro día, en la reseña de la aburrida «Wicked» (Jon M. Chu, 2024) que los musicales no son lo mío. ¿Qué hizo que esta película me gustara que tuviera ese punto? Porque podrían haberlos quitado y dejar el típico thriller violento, sin más. Pues, que eran arriesgados. Los números musicales no se parecían unos a otros y fue de agradecer que muchos de ellos eran tan cortitos que eran pinceladas para dar giros o enfatizar acciones. Lo cierto es que me gustaron, pese a lo pueriles de algunas de las letras que podría haber escrito cualquiera de nosotros. Hay que saber diferenciar las canciones que están puestas para lucimiento estético o como alguna de estas, que son diálogos que hacen avanzar la trama. Por eso no aburren, porque si te las pierdes, luego no entiendes del todo lo que pasa. Se convierten en imprescindibles para hilar la historia.
Dos canciones nominadas al Óscar, una por cada personaje femenino de apoyo. No me parecen grandes canciones. La de Zoe Saldaña “El mal”, es una critica descarnada a la corrupción y la de Selena Gómez ”Mi camino”, es una liberación de una mujer que quiere tener una nueva vida y se empodera. De verdad que ninguna de las 5 nominadas me encanta, ni siquiera la de Elton John. Que gane una cualquiera. Zoe está nominada al Óscar, por su papel secundario. No he visto las demás interpretaciones, pero esta no es de tirar voladores. No porque lo haga mal, todo lo contrario, pero no es un personaje rico en matices.
La que sí veo ganadora es a Karla Sofía Gascón. Es atrevido decirlo sin ver a las demás, sobre todo a la favorita Deemi Moore. Pero si se lo dieran, de verdad que lo vería acertado. Aquí sí que veo conversión emocional del personaje durante toda la película. Y todos me los transmitió. Al comienzo, cuando todavía era el narcotraficante “Manitas” me infringió terror. Y en su faceta femenina, había partes en que se empoderaba, que se derrumbaba, que dudaba, que mil cosas. Es un personaje para lucirse y, para mí, lo hizo de una manera que me hizo meter en sus estados de ánimo. Por ahora, es mi favorita.
La sorpresa puede llegar con el Óscar al director Jacques Audiard. Esta película es compleja y arriesgada. Creo que la valentía de meterse en un proyecto que sabía que iba a generar controversias es valorable y le puede valer la estatuilla. Creo que, hoy en día, hacen falta más películas así. El guion, sorprende a cada paso. Los puntos de giro en sus momentos adecuados para mantener la tensión y el interés. Como guionista que soy, creo que hizo un guion evidente y otro para los que nos gusta fijarnos en los detalles. Los que hablan en las redes sobre las motivaciones de Manitas para convertirse en mujer, vean la pelí de nuevo, porque está explicado. El único fallo es no haber explicado las razones por las que salirse del mundo del narcotráfico. Yo, lo hubiera hecho. Los Óscar técnicos están justificados, pero me da que tiene competidoras fuertes. Si hay gran opción al Montaje, pero la fotografía deseo que se la den a «Dune; Parte 2» (Denis Villeneuve, 2024) para que los estudias sigan apostando por películas así de majestuosas y de planos generales.
Ojo, puede ser la ganadora de la noche. Yo apuesto por ella, por ahora. Aunque este año, los premios van a estar muy repartidos.
NOTA: Original, arriesgada. Si la ves con mente abierta, te va a encantar… le pongo un 9.
PD: Mi opinión ante la presión mediática a Karla Alicia Gascón.
La verdad es que veo lamentables en esta sociedad los juicios paralelos que sufren algunas personas en las redes sociales. El linchamiento al que se está sometiendo a Karla está siendo, a mi gusto, bastante desmedido. Es como si vas por la calle e insultas a una anciana (que sí, que es deleznable) y te cae una condena de cadena perpetua. Desmedido.
Vivimos en un mundo en el que el uso de la Cultura de la Cancelación se lo han apropiado lobbys de manipulación de la opinión pública. Seguramente son los mismos que crean, con miles de perfiles falsos, influir en las tendencias políticas. Si no hubiera sido transexual, ¿le habría caído la que le está cayendo? Perdónenme que lo dude. Que ella haya decidido mantener silencio y retirarse de la escena pública para no perjudicar a la distribución de la película, la honra. Muchos dirán que no se ha quitado de en medio, que la han quitado. Hay algo de lo uno y de lo otro. Pero los provocadores ganan cuando te ven que intentas luchar contra ellos. Y así, no. Mejor dejar que las aguas se calmen.
De verdad que pienso que toda esta promoción que le han dado verá sus frutos en el futuro. Yo nunca había oído hablar de ella y aquí me tienen, defendiendo su derecho a haberse equivocado en el pasado. Como hemos hecho todos alguna vez. Todos, todos, toditos. Al final, va a ir apareciendo gente que la quiera reconducir hacia un mundo sin fobias religiosas, raciales o de otra índole, del que nunca se tenía que haber salido. Pero su vida no ha sido fácil y me imagino que habrá sufrido etapas en las que no habrá sabido canalizar su ira. Ahora les digo: el papel es de Óscar.