Weapons
Críticas
5,0
Obra maestra
Weapons

Icono instantáneo

por Sara Heredia

Esta mañana he puesto 'Beware of Darkness' de George Harrison y en el primer acorde me he acordado instantáneamente de la escena que abre Weapons. He sentido un escalofrío por todo el cuerpo y he confirmado conmigo misma que la película está en el Top 3 de lo mejor que he visto este año y, posiblemente, de los últimos años. Una cinta de terror que es mucho más que eso y que, al parecer, ha dejado algunas imágenes grabadas en mi mente, lo que es una prueba irrefutable de su impacto.

Weapons ya venía presentada como uno de los hits del género de este 2025, pero posiblemente ninguno de los miembros de la prensa que fuimos a verla al pase se esperaba lo que Zach Cregger tenía preparado en su segundo largometraje. El estadounidense estrenó Barbarian en 2022, en la cual logró crear tensión con algo tan simple como ponerle una funda al nórdico. Qué bien manejó ahí Cregger la amenaza del hombre sobre la mujer sola en un AirBnB. Luego la historia se va por un camino completamente diferente. Cregger nos sorprende como solo él sabe hacer.

Algo así sucede en Weapons. La premisa de la película es sencilla: en un pequeño pueblo de Estados Unidos desaparecen 17 niños de la misma clase de la noche a la mañana. Todos a la vez. Al revisar las cámaras de seguridad se dan cuenta de que todos han salido de sus casas por voluntad propia a las 2.17h exactamente. Es un misterio que pone a prueba a las autoridades, los padres y la profesora de la clase, que de repente está en el ojo del huracán.

Zach Cregger confirma con Weapons que es un director con una mirada cinematográfica únca. No se toma demasiado en serio sus historias y eso le permite jugar con libertad tanto con los personajes como con la estructura de la historia, algo que se convierte en la principal baza de esta película.

Aunque a primera vista podría parecer una cinta de terror —y no faltan escenas del género, con sustos bien ejecutados y un nivel de violencia gore que encantará a los más fanáticos—, se aleja del terror más ortodoxo para adoptar un tono ligero. Lo que realmente hace que destaque es su narrativa fragmentada por personajes, que funciona como un rompecabezas cuidadosamente construido. El espectador se mantiene alerta, recogiendo piezas aquí y allá hasta alcanzar un final satisfactorio, como quien coloca la última ficha de un puzzle y se toma un momento para contemplarlo completo.

El reparto es otro de los grandes aciertos de la película. Julia Garner, Josh Brolin, Alden Ehrenreich y Austin Abrams brillan ofrecen interpretaciones sólidas y matizadas, pero quien se adueña por completo de la pantalla es Amy Madigan en el papel de la tía Gladys. Es la estrella absoluta, pero no puedo decir mucho más sin desvelar detalles importantes de la trama.

Cuando terminas de ver Weapons no te quedas con la sensación de haber visto una buena película de terror, sino, simplemente, de haber visto una buena película. Es un conjunto muy equilibrado en el que ninguna nota suena más que otra y brinda un viaje muy estimulante al espectador.

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