Seducción peligrosa

Russell Mulcahy cobró cierta relevancia en 1986 cuando dirigió Los inmortales y, cinco años después, su secuela. Después de ellas dirigiría varias películas con las que no logró despegar ni llamar demasiado la atención. Una de ellas fue la interesante, aunque irregular, Seducción peligrosa, obra que cuenta con la presencia del veterano Michael Caine y con la actriz Sean Young, por entonces uno de los sex-symbol del momento. Esta obra que mira directamente a la tradición del detectivesco británico combinándolo con resonancias del noir, nos introduce en una historia de amor llena de intriga en la que los actores dan consistencia a sus personajes y a la historia mientras que Mulcahy no logra en todo momento otorgar a la historia un aspecto visual acorde con lo sombrío del relato, aunque si hay una buen atmósfera jazzística bastante conseguida. Una película con ritmo discontinuo pero que se